1. 43.1 Las deudas son para pagarlas


    Fecha: 25/02/2020, Categorías: Masturbación Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... que se dirigió a la cama y se arrodillo en su borde, bajo su culo pero sacándolo en ofrecimiento a la verga que venía detrás de nosotros, adopte la misma postura, quería ser penetrado ya, antes de que lo fuera mi amigo, disfrutar de sentirme lleno del tamaño animal que era su polla.
    
    Faustin se estaba terminando de quitar el pantalón y su bóxer, miré entre mis piernas el gigantesco falo que venía hacia nosotros, a tomar posesión de las dos hembras rendidas que ponían el culo a su disposición y para su placer.
    
    Comenzó a golpear con su verga la entrada del culo de Telmo, no se había quitado su camisa, el sonido de un fuerte golpe rompió el silencio, antes de que me llegara el dolor sentí el ruido, había golpeado en una sonora palmada mi trasero y a continuación escuche el hondo gemido de Telmo, gire mi cabeza para ver que tenía los ojos cerrados muy fuerte y se mordía los labios, imaginé que se la estaba metiendo.
    
    -Despacio, por favor, despacio. –le escuchaba murmurar a la vez que sentía en mi trasero una segunda nalgada. Al golpe le siguió una sardónica risa.
    
    -Disfruta ahora maricón, aún no ha llegado tu hora. –los quejidos de dolor de Telmo se volvieron sordos gemidos de placer, de vez en cuando volvía a golpear mis glúteos que ya no me dolían, se trababa de un calor que arrancaba en mis nalgas y llegaba a mi cabeza pasando por mi insatisfecho culo que demandaba su ración de verga.
    
    Ésta llegó de improviso, escuché un. -¡Ahh! –que salía de la boca de Telmo y a ...
    ... continuación su polla rozando en la entrada de mi ano. Sentí como si me desgarrara, entró de golpe y sin parar arrastrando mi recto hacia dentro, sentí un profundo y lacerante dolor que me atravesaba todo el cuerpo, llegando a mi cerebro y haciéndome ver las estrellas, de mi garganta salía un grito desgarrador.
    
    -Parece que esta puta no había sido aún conquistada por un buen macho. –escuchaba lo que decía entre sueños, perdido casi en la inconsciencia del dolor, no la dejó quieta, quería destrozarme y lo estaba consiguiendo, entraba y salía con violencia mientras emitía gruñidos paladeando su placer salvaje.
    
    -Sóbame los huevos. –su orden fue ejecutada al momento, podía notar, a pesar del dolor, como Telmo aplastaba sus huevos contra mi perineo, estaba comenzando a dejar de sentir el fuerte dolor que me contraía cuando se clavó en mi culo llegando con su verga a lo más profundo de mi ser, allí comenzó a descargar sus cojones que Telmo exprimía con su mano para que saliera todo.
    
    Estuvo así, clavado y sin moverse como un minuto y sin más la sacó y salió de mí, dos lagrimas salieron de mis ojos cuando sentí que deseaba que siguiera dentro, el cabrón había conseguido lo que quería, hacerme sentir una mierda deseoso de su hombría, aunque me causara daño, aunque me reventara por dentro. ¿Le odié en ese momento?, no es verdad, me odiaba a mí mismo.
    
    Comenzó a abotonarse su camisa, cogió mi bóxer y limpió con él su polla, soltó una carcajada y lo tiró encima de mi espalda ...
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