54.2 Sin complejos ni obsesiones y Fin
Fecha: 03/03/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... viaje turístico que le enseñara nuestra grandeza y poder. –me adelanté dos pasos para situarme al lado de la balaustrada y depositar mi mano izquierda sobre ella.
-Sería un auténtico placer realizar un viaje que siempre he soñado, aunque sería malgastar su precioso tiempo hacer de guía para un ciego.
-Nada más lejos de la realidad querido Daniel, para mí sería un gozo servirle y enseñarle lo que ya he visto muchas veces. –es tan amable en su charla que debo buscar la verdad de lo que pretende y me arriesgo.
-Sinceramente y ahora que ya hemos hablado, señor Cheng-Gong, me gustaría que fuera sincero y me dijera que busca en mi. –nuestras miradas se cruzan y se quedan fijas sosteniéndose como la espadas de dos guerreros cruzadas ante sus rostros, esperando que el oponente sea vencido. La tensión se resuelve cuando se escucha su risa, veo a los de seguridad que retroceden unos pasos.
-Ser su amigo, de momento nada más que eso, desde que le vi en Londres me gustó y ahora se mucho sobre usted y cada vez me va gustando más. No espere nada de tipo sexual, por favor, usted es más inteligente que todo eso, me decepcionaría si cree que mi interés va por ese camino, aunque pudiera ser que también haya otros intereses. –vuelve a reír y tengo que acompañarle con una sonrisa, me comienza a gustar el asiático señor que no pretende lo que Gonzalo ha imaginado.
Hace un gesto a uno de los que le guardan y este se dirige al salón.
-Me gustaría que se lo pensara Daniel, si lo ...
... desea puede hacer el viaje acompañado de su amigo o amigos, aunque preferiría que fuera usted solo. –el de seguridad ha vuelto a la terraza y le precede un joven camarero vestido de blanco con una bandeja de copas de champán en su mano izquierda.
El señor Cheng-Gong recoge una de las copas y me la ofrece, luego alcanza otra para él, eleva la suya y voy a imitarle con la intención de realizar el brindis que él desea proponer.
El tenue tintineo de las copas que aún quedan en la bandeja me distrae y miro hacia el camarero, su mano izquierda tiembla y veo el brillo de un objeto metálico en su mano derecha, en un gesto instintivo lanzo el líquido de mi copa al rostro del camarero e inmediatamente escucho un estampido.
A partir de ese momento son flases de recuerdos imprecisos los que tengo, ruido de cristales rotos, un golpe que me hizo caer al suelo, sangre en mi muñeca derecha, olor a pólvora, el rostro del señor Cheng-Gong a unos centímetros del mío, su chaqueta blanca que se va volviendo roja y varios nuevos estampidos, todo ello sucedido en décimas de segundos.
Cuando abro los ojos me deslumbra la claridad que penetra por un gran ventanal que me obliga a cerrarlos de nuevo, alguien oprime mi mano izquierda con las suyas y noto cierto dolor en la mano derecha, poco a poco voy controlando mi cuerpo y me fuerzo a abrir de nuevo los ojos.
Gonzalo está sentado a mi lado agarrando con fuerza mi mano y cuando muestras miradas se encuentran la lleva a sus labios para ...