1. De la nieve al fuego


    Fecha: 10/03/2020, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cuando lleva la otra falda… ahora mete los dedos en la cinturilla de los leotardos y los baja. Lleva bragas blancas, a juego con el sostén, y la piel de sus piernas parece tan suave…
    
    Lleva las manos a la espalda al cierre del sujetador, y mis caderas se mueven solas… a pesar del frío que hace, quiero sacarme la polla, quiero machacármela aquí mismo, mirándola… Dios, ojalá se dé la vuelta, quiero que me mire, quiero que vea cómo me la casco a su salud. El sostén cae, y medio veo una de sus tetas, así sin ropa son mucho mayores de lo que parecen cuando está vestida… No seas tan mala, Nela, vuélvete, déjame mirarte…
    
    Como si me hubiera oído, la ratona se vuelve. Intenta por todos los medios mantener los brazos separados de su cuerpo, pero éstos se le mueven maquinalmente en un intento de cubrirse, y más cuando me ve, jadeando, frotándome el bulto del pantalón como un perro en celo.
    
    -¿Qué haces? – me dice espantada, dando un paso hacia la puerta de cristal. Cuando anda, se le bambolean las tetas, y no puedo dejar de mirarlas.
    
    -Arnela… hace ya más de cuatro meses que no follo… no te extrañe que haga esto, joder, estás buenísima…
    
    -No me digas eso… por favor, para… - me ruega, pero soy incapaz, me da igual si corre la cortina o si se enfada conmigo, no puedo parar. Me bajo la cremallera y me la saco ahí mismo. Nela ahoga un grito cuando me la ve, y se le escapa una sonrisa. La miro con picardía, no puedo dejar que se me escape ahora.
    
    -Nela… anda, ven… siéntate ...
    ... frente a mí… deja que te mire… mírame mientras me la hago… no digas que no te gusta, traviesa. – Duda. Pero es indudable que ella también quiere y que hoy tiene ganas de fiesta, porque se acerca el puff, se sienta en él y no se tapa las tetas. Con la mano izquierda le hago una seña para que se acerque más, y, con algo de reticencia, pero ella lo hace. Queda con las rodillas pegadas al cristal. Tal como hice ayer, acerco mi boca al cristal mientras no dejo de acariciarme. Nela entiende y ella también besa el cristal. Sé que es estúpido, pero también me parece excitante a tope. Lamo el cristal, allí donde están sus labios, y a pesar del frío que hace, noto que mi temperatura no deja de aumentar. El calorcito invade mi polla, expandiéndose después por mi estómago y mi cuerpo, es tan agradable...
    
    Arnela me mira con ojos vidriosos, ella también está excitada, y saca un poquito la lengua, lamiendo también el cristal. Nuestras lenguas aletean, buscándose mutuamente, pero lamiendo sólo la fría puerta, mientras ella empieza a bajar su mano derecha hacia su coñito, aún cubierto por las bragas. Joder, si estuviera dentro, no con las manos, se las iba a romper a bocados.
    
    -Eso es, eso es… tócate tú también, déjame ver cómo lo haces… - susurro, mientras mi cuerpo se estremece y el placer me ataca en hachazos de calor que me laceran maravillosamente. Ya casi ni noto el frío de la nieve. Nela no puede sostenerme la mirada de la vergüenza que siente, pero mete la mano bajo las bragas y ...
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