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La historia de Ángel, solo era un muchacho (20)
Fecha: 01/05/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... bajar a su pecho y abdomen pasando la lengua de un costado al otro y metiéndola en su ombligo. -Mi precioso gatito, que bien me lames. -al escucharle cambié de táctica y comencé a morderle la carne haciéndole cosquillas al tirar de la piel con los labios. Se iba excitando cada vez más y le miré el rígido miembro cimbreando al aire, apuntando al techo como un mástil, pero pasé de él para bajar a sus piernas y besárselas un tiempo, no quería que aquello terminara rápido, volví a subir siguiendo mis besos y escuchando sus gemidos roncos de macho satisfecho, al pasar le lamí el glande del que pendía una gota de néctar, simplemente rozándolo con la punta de mi lengua, y volver a mordisquear sus abdominales que tenía no muy marcados, suficiente. Álvaro se estremecía con mis caricias como hojas movidas por rachas turbulentas de viento, cuando llegue a su cara me sujetó la cabeza para darme un profundo beso con la lengua metida entera en mi boca. -Tienes una boca muy voraz, me encantas Ángel, siento riquísima tu boca gatito. -estaba rojo de excitación y le temblaba la boca. -Ahora es mi turno, quiero hacerte lo mismo. Se colocó sentado y me sujeto para ponerme debajo de él, me retiró la camisa que ya llevaba suelta para besarme pasando sus temblorosa boca por mi carne, me besaba el pecho y se metía en la boca una a una mis tetillas comiéndome medio pecho. Lo hacía muy apasionado y comencé a gemir, estaba lo mismo que él totalmente desnudo, y abracé sus piernas con ...
... las mías sin poderme resistir al placer que me embargaba, me besaba sin descansar y veía como sudaba. El no esperó como yo, y al bajar lamiéndome llegó a mi polla y empezó a masturbarla lentamente, de vez en cuando me daba un tremendo chupetón en el glande para comerse el pre semen que salía de mi pene paladeándolo con glotonería. -Que rico sabes gatito. -parecía que me iba a quedar con ese sobrenombre que me daba, me miró con risa en la mirada y se relamió los labios. -¡Álvaro, mi vida. -subí las caderas y entendió lo que quería. Me sujeto la bolsa de los huevos con una mano estirándola y dejándome la verga enhiesta, erguida con la cabeza pelada y le la metió en la boca haciendo sentir el fondo de la garganta donde llegaba mi verga. -¡Ahh! Álvaro. -subí el culo queriendo entrar más pero sus labios tocaban los vellos de mi pubis, me la comenzó a mamar, a moverla dentro de su boca a meterla y sacarla de una forma magistral, parecía que hubiera mamado mucha verga, la mía la manejaba con la lengua de una forma enloquecedora y que me hacía jadear. Luego pasó a jugar con mis testículos, podía tragarse los dos y me los oprimía con la lengua contra el paladar haciéndome soltar gemidos de placer. -Por favor Álvaro, no más. Darme la verga en el culo, dámela, clávamela en el vientre Álvaro, mi amor, quiero sentirla como se mueve y que me vuelva loco. Dejó de chuparme los huevos y se reía muy suave mientras se tumbaba a mi lado, me sujetó tirando de mi brazo y me ...