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Vicios ocultos - Pablo
Fecha: 10/05/2020, Categorías: Incesto Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... a meter y ten cuidado con ella. La sujeté y miré la entrada del ano, temblé al pensar el daño que le causaría y que para él resultaría placer. -¡Giuu! ¡Giuu! -gruñía lastimero e impaciente moviendo el culo y comenzando a cerrar y abrir el ano para recibir en él su cola. Apoyé el extremo más delgado del plug y empujé notando como el cerco del ano se abría metiéndose a la vez que iba penetrando el plug. Empujé con fuerza para terminar de una vez y el cono se incrustó en su cuerpo, tembló un segundo y se inclinó pegando más aun el pecho en la cama en señal de sumisión absoluta. Indudablemente Carlos lo tenía muy bien domesticado, su amo principal gozaba con esos experimentos y que a mi me dejaban indiferente, prefería follarle el culo con mi verga en lugar de practicar esos juegos que a mi amigo hacían tan feliz. -¡Wauff! ¡Wauff! -ladró contento cuando giré la cola dentro de su culo para colocarla hacia arriba. Azoté cariñosamente, aunque con fuerza su nalga y él me lo agradeció colocándose sentado y sacando la lengua para lamerme la mano. Me senté en un sillón de brazos cerca de la ventana y observé como Fer cogía con la boca una pelota de jugar al tenis, dúctil con si fuera de esponja, y la trajo para dejarla a mi lado, luego volvió al armario para recoger la regla de grueso y oscuro cuero entre los dientes y la trajo hasta donde me encontraba. Se sentó sobre las nalgas y colocó las manos sobre el pecho mirándome para que iniciara el juego, recogí la pelota y ...
... la lancé al aire lejos de él. El juego consistía en que debía cogerla con la boca antes de que tocara el suelo, si no hacía su labor como se esperaba recibía el castigo que su amo le impusiera. Como era de esperar la pelota tocó el suelo antes de que él llegara a cogerla y gruño satisfecho al ver que fallaba, me la trajo de nuevo y la retiré de su boca. -Eres un perrito torpe y voy a castigarte como te mereces. -entonces utilicé la banda de cuero en forma de regla y la descargué con fuerza sobre sus nalgas. Apareció al momento la marca roja del golpe y Fer no se retiró, estimaba que el castigo no era suficiente para penalizarle como se merecía y volví a repetir el golpe. El juego se repetía constantemente hasta que sus nalgas y muslos estuvieron totalmente rojos y a punto de sangrar, el placer para Fer resultaba ostensible, su pene estaba endurecido y comenzaba a salirle el precun por lo excitado que estaba. Dejó la pelota en el suelo sin entregármela como otras veces y arrastró el abdomen por mi zapato hasta llegar a frotarse la verga para entonces muy hinchada. -Me estás ensuciando el zapato y mereces un castigo mayor. -Fer movía contento las caderas haciendo que la cola de plástico se empinara. Los golpes en ese momento fueron constantes y certeros sobre sus glúteos, y cuanto más fuere eran él los gozaba más y más frotando su polla contra mi pie calzado. -Ahora puedes hacer tu trabajo. -dejé la regla a un costado y me resbalé sobre el asiento para quedar en ...