En brazos de extraños
Fecha: 18/10/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ultraman, Fuente: CuentoRelatos
... Tomé a Robert también por un brazo y lo atraje hacia mí para qué me besara, mientras yo comenzaba a mover mis caderas, sentí que mis movimientos sobre el pene de Luis excitaron mucho a Robert, sus besos fueron subiendo de intensidad mientras sus manos acariciaban mis senos y luego los estrujaba prácticamente. Síntoma inequívoco de su excitación, yo comencé a jadear al compás de los movimientos, bajé mis manos y me apoderé del pene erecto de mi esposo. Inmediatamente él descendió mi cabeza para que lo introdujera en mi boca, se lo besé suavemente para luego devorarlo prácticamente. Miguel se había quedado observando por unos minutos sin saber qué hacer. Robert lo invitó a compartir mi boca, así que ahora en vez de uno eran dos los penes que profundizaban en mi boca, eran una sensación extraña ya que cada uno tenía un sabor diferente. Mientras uno entraba el otro salía, yo llevaba el control ya que había tomado cada uno con una mano. Era muy excitante, al rato Robert comenzó a masajear mis nalgas y sentí sus dedos que penetraron mi ano, primero sentí un dedo, luego dos y posteriormente tres. Sentí dolor, mi cuerpo se tensó, y volteé a ver a Robert, el me lanzo un beso y con una expresión de su rostro se disculpó. Luis aceleró sus movimientos debajo de mí, Robert que había detenido la penetración de sus dedos comenzó a moverlos suavemente. El dolor se fue convirtiendo en placer. Cuando sentí sus dedos bien profundo dentro de mí comencé a moverme un poco. Era una sensación muy ...
... divina, a los pocos minutos sentí la sustitución de sus dedos por su pene, la penetración anal fue muy difícil y un poco dolorosa ya que el pene de Luis le obstaculizaba el paso desde mi vagina. Dejé de moverme, dejándome caer sobre el pecho de Luis para así levantar un poco mis caderas y facilitarle la entrada a Robert, pero aun así era difícil, sentía que entraba un poco pero era obstaculizado dentro de mí por el pene de Luis. Al fin de varios intentos logró entran, sentí un ligero ardor en mi ano como nunca antes, como si el pene de Robert hubiese aumentado de tamaño, sentía mis dos agujeros muy prensados debido a la doble penetración, jamás pensé hacer algo así y menos con el consentimiento de mi esposo. Ellos se detuvieron a esperar mi reacción al tener los dos dentro de mí. Lentamente comencé a moverme, sentía que iban a reventar mis agujeros. Los sentía chocar dentro de mí, me cimbre hacia atrás apoyando mi espalda en el pecho de Robert buscando la máxima penetración de ambos. Luis y Robert se peleaban por masajear mis pechos y apretar mis pezones erectos. Mi excitación se aceleró rápidamente y mis movimientos fueron subiendo de intensidad, los oía jadear y gemir. Miguel se subió a la litera para poder introducir su instrumento en mi boca, ahora no podía ni gemir ya que tenía el pene de Miguel metido hasta mis amígdalas. Cada quién a su ritmo, cuando uno entraba el otro salía y a veces entraban juntos, estaban destrozándome, pero se sentía tan divino, mi cuerpo comenzó a ...