1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (29)


    Fecha: 17/10/2017, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... macho, y los degusté con gula y pasión y chasqueando la lengua con lujuria, luego con los labios, sin tocársela, me fui tragando la verga, primero la cabeza, el delicioso y rojo capullo que besaba y lamía glotón, a veces se me escapaba al tensarse por su tremenda erección hasta que decidí tenerlo entero en mi boca, lo fui tragando hasta que la nariz hizo contacto con los vellos del pubis, allí aguanté lo que pude sintiéndole muy profundo.
    
    Aveces uno de los dos paraba en su trabajo para poder respirar o simplemente gemir por el placer que sentíamos. Yo gozaba de las dos maneras, chupándole la majestuosa verga y sintiéndome perforar el culo por su lengua y sus dedos alternando.
    
    No teníamos cuidado, ni pensábamos que cualquiera podría escuchar nuestros jadeos y gritos de placer mutuo. En un momento David, con su gran fuerza, me tomó de las caderas y me elevó dejándome luego caer, consiguiendo que mi polla entrara en su garganta hasta fondo, lo repitió varias veces hasta hacerme gritar de gozo.
    
    -Me voy a correr David, esto es tremendo.
    
    -¡No! Quiero que lo hagamos los dos a la vez. -se sacó mi verga de la boca y me apretó con fuerza el glande con los dedos hasta hacerme daño, y la polla comenzó a perder la dureza que tenía. Jadeé angustiado por el placer interrumpido y el dolor que pronto pasó.
    
    -Voy a darte verga, quiero estar en tu interior y te correrás cuando yo te diga. -a pesar del dolor anterior me sentía terriblemente excitado y a punto de eyacular sin ...
    ... siquiera tener que rozarme la polla.
    
    Me colocó de espaldas, con prisas, temiendo que no llegara a cumplir sus deseos y se acomodo entre mis piernas, al sentir el contacto de su dura polla en el esfínter del ano sentía una contracción.
    
    -¡Qué no se te ocurra correrte, tienes que esperarme! -le dije que si con la cabeza, mordiendo mis labios para causarme dolor y evitar lo que se acercaba a pasos agigantados.
    
    La verga entro con virulencia en mi culo, con fuerza brutal, y comenzó a bombearme el culo con ganas locas.
    
    -¡Toma, toma verga, por tu rico culito, apriétamela como tu sabes, ordéñame la leche! -dejé de pensar en mi para centrarme en su placer y estreché el ano con todas mis fuerzas acompañándole en su entrar y salir de mi cuerpo, aflojando y apretando como si mi culo fuera un chupón.
    
    -¡Aahh! Que gusto, eres incomparable, me gusa follarte, sííííí….Tu culo me chupa el pito, dale dale fuerte que me viene ya. -sus últimas palabras fueron un aliciente para mi, para comenzar a contraerme lanzando fuertes gritos de placer y eyacular convulsionando mi cuerpo hasta elevarlo a él y conseguir que su verga entrara hasta el final de mi vientre, y alli comenzó a descargarse los huevos repletos de semen.
    
    Terminó dejándose caer sobre mi, aplastándome, y los dos respirábamos angustiados y sin aliento, a pesar del cansancio le rodee con mis piernas y brazos estrechándole sobre mi pecho y besaba su cuello sudoroso.
    
    En unos minutos nuestra respiración se había regulado y David ...
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