Con mi jefe en la convención
Fecha: 29/04/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: sanchez-m, Fuente: CuentoRelatos
... fuerte orgasmo como nunca lo había sentido. Este hombre me tenía a su total disposición y yo estaba encantada con su manera de cogerme, no me importaba que me dejara sin aliento, yo le pedía más y más.
Esa noche mi jefe me pidió hacer sexo anal, al principio me negué, nunca lo había hecho antes, temía que me rompiera el culo por lo grueso de su miembro, pero Don Julio al final me convenció y deje que lo hiciera.
-Don Julio, nunca lo he hecho por ahí, métamela despacio.
Después de darle un tratamiento oral a mi ano, mi jefe fue introduciendo su pene lentamente, me abrí las nalgas para facilitar su entrada, hasta que mi culito se lo tragó todo, empezó con un rico mete saca suave y profundo, sentía que me quemaba por dentro, después comenzó a taladrarme fuerte, eso me calentó mucho y me hizo venir a chorros.
Siempre quise experimentar el sexo anal con mi marido, pero fue mi jefe el primero que me hizo tener un orgasmo a través de mi recto, me estreno mi culito y de paso lo dejó bien abierto y chorreante de su leche.
Como era la última noche de la convención, no salimos de la habitación, Don Julio me cogió ...
... incontables veces, vaciándose en todos mis orificios, ninguno dejó sin llenarlo de leche, ya no me importaba convertirme en la putita personal de mi jefe, quería cada vez más de su verga y su rica leche.
Terminó la convención, yo regresé a la casa con mi marido, toda una perfecta puta que venía de ponerle los cuernos con mi propio jefe. Poco tiempo después de casarme con mi marido, mi ginecólogo me colocó un diafragma como método anticonceptivo, debido a que aún no queremos tener hijos, de no ser así, fácilmente hubiera quedado preñadita de mi jefe, después de haber llenado mi vagina incontables veces.
Después de lo ocurrido con mi jefe, creí que las cosas cambiarían, pero todo siguió igual, Don Julio un perfecto indiferente ante sus empleados, en cuenta yo. No entendía por qué su cambio de actitud, a pesar de que lo seducía llevando una falda más corta para mostrarle mis piernas. Por un lado, estaba ofendida por eso, pero más adelante agradecí a Don Julio que así fuera, ya que nadie se dio cuenta de nuestro affaire y tenía otra oportunidad de volver a probar su rica verga, ya que se aproximaba otra convención.