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Imprevisto
Fecha: 16/06/2021, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la sentí tan cerca, como si estuviese sobre mí, pero ella no se había movido ni un centímetro; quiso continuar pero mi padre nos interrumpió. - Disculpen, - Alejandra le sonrió – tu hermana despertó hija, pregunta por ti. Me aleje de ellos y fui a compartir con mi hermana. Alejandra. Me estremeció ver sus ojos llenos de amor hacia el neonato, quería meterla en mis brazos y proponerle un destino juntas pero gracias a Dios su padre llego, no podía permitirme aquello. Ni si quiera en mis pensamientos más profundos, pues no me llevaría a nada bueno. Compartí con la familia de ella un poco más, lo razonable para no pasar por mal educada pero justo antes de rayar en lo entrometido. Quise despedirme y su padre me contuvo. - ¿A dónde vas? - Solo buscare el hotel, descansare hoy para partir mañana temprano seguramente. Liliana quien recién se incorporaba a la escena solo me miro insegura. El señor Rafael rápidamente se ofendió. - ¿Hotel has dicho? – su leve acento español me daba un poco de gracia. Inmigrante durante la guerra seguramente. – Nada de eso. Te has tomado la molestia de venir y traer a mi hija, lo mínimo que podemos ofrecerte es hospitalidad. - No la verdad que no fue molestia, no es necesario, señor Rafael, muy agradecida pero - Nada de eso, no, no, te quedáis con vosotros, ¿verdad hija? Imperioso deposito sus ojos oscuros en su hija quien aún dudosa no decía nada, cosa que a él parecía desesperarle más. - Claro que debes ...
... quedarte con nosotros, - afirmo ella tras un segundo – así como me dijiste, no tomare un no por respuesta. Sin más que hacer sonreí y asentí tranquila. Llegamos a su casa en horas de cenar, comimos y Liliana me acompaño a mi habitación. - Si necesitas algo, lo que sea, mi habitación esta al fondo. - Gracias, así estoy excelente. Me adentre en el cuarto y tome asiento en la cama. Ella hizo lo propio a mi lado. Tomo mi mano que yacía sobre el colchón, me senté correctamente y sorprendida la mire. - No olvidare lo que has hecho por mí, estoy más que agradecida. Solo atine a sonreír, tras un segundo devolviéndome el gesto se acercó a besar con suavidad mi mejilla y partió. Aquel tierno e inocente beso había helado mi ser. Debía partir pronto de allí. Al oír algo de movimiento, salí lista de mi habitación, ya estaban sirviendo el desayuno para Liliana, su padre y su madre. Con lentitud me acerque a ellos. - ¡Oh! Esperamos no haberte despertado, exclamo su madre. - No, de ninguna manera, suelo levantarme temprano. - En buena hora entonces, partiremos a buscar a Sofía y el pequeño Rafael en la clínica – el marido de Sofía se llama Rafael Enrique, su padre Rafael Eduardo y ahora la criatura Rafael Ángel, muchos Rafael en la familia. - Yo aprovechare de partir – anuncie tomando asiento. Rafael me observo con la misma contundencia del día anterior, alerta espere su respuesta. - Claro que no, iras con nosotros y volverás para la celebración, aun ni has ...