1. Complejo de Edipo


    Fecha: 11/11/2017, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Urawan, Fuente: CuentoRelatos

    ... vida era trabajo y más trabajo. Fue muy duro aceptar que lo había perdido ya me había olvidado de lo predicho por Yocasta, aconteció que la empresa donde trabajo organizo una fiesta por sus cincuenta años de su creación a la cual no debía faltar. La misma transcurrió sin problemas. Me divertí mucho, baile, bebí como si fuese la última vez en mi vida es más ya me sentía un poco ebria cuando el socio de mi jefe me presenta a su hijo. Él tiene unos veinte años, es guapo, alto, blanco con cabellos claros rizados y con un par de lentes que hacían de Clemente todo un dandi. Rápidamente nos hicimos amigos. Bailamos juntos varias veces. Nos encantamos tanto que me dejé que él me apriete, ciña mi cintura, se pegue a mi cuerpo tanto que volví a sentir ese bulto que los hombres tienen pese a mi misantropía. Me gustó. Me excite. Mi cosita volvió a mojarse. Él se dio cuenta de mi estado y se aprovechó de mí. Perdón yo deje que se aproveche.
    
    -Señora es usted muy guapa.
    
    -Señorita le respondí pero no me llames así, soy Manuela, Manu para ti.
    
    -Bien. Manu la veo fatigada que le parece si salimos a tomar un poco de aire fresco ¿qué opina?
    
    -Sí está bien vamos es buena idea.
    
    Tomados de las manos salimos al gran patio donde se encontraban otras parejas. Unas charlando otras besándose. La noche era clara, fría tanto que empecé a temblar de frío él se valió de eso para abrazarme. No puse obstáculos a su acción es más recosté mi cabeza en su hombro correspondiendo a su ...
    ... abrazo.
    
    Nos quedamos sin decir nada luego de un rato le dijo:
    
    -Hace tantos años que…
    
    -¿Qué, qué?
    
    -Que un hombre me abraza con tanto cariño.
    
    Su respuesta fue un beso en mi mejilla pero la retire dándole mi boca. Nos besamos con pasión. Nuestras bocas eran como dos poderosos imanes fusionados en uno. Él pese a su juventud era todo un experto. Yo pese a mi edad – ya pronto cumpliré cuarenta – todo lo contrario. Los opuestos se encontraban raudos.
    
    Besos y más besos. Caricias y más caricias, mutuas.
    
    La excitación se nos apoderó a los dos. Mi intimidad se humedeció. La suya se endureció. Nuestras manos recorrieron nuestros cuerpos de pronto Clemente hace algo que no me espere introduce una de sus manos por entre el escote de mi vestido y apretuja uno de mis senos y toquetea mi pezón que reacciona poniéndose duro. Cierro los ojos, empiezo a jadear por su acción. Mi cuerpo se erizó, mis piernas flaqueaban. Mi horno apagado desde hace tantos años volvió a avivarse rápidamente. Me olvide de mi misantropía tampoco recordé la advertencia que hace años una anciana gitana me había dicho. Me gustó mucho lo que me hacía por lo que respondí acariciando sus cabellos e introduciendo mi lengua en su boca esa acción le excita más tanto que retira su mano de mi seno. Me abraza fuertemente. Responde a mi acción con besos y más besos. Recorrió mi espalda con suma delicadeza como sabiendo lo que me gustaba. Llega a mis nalgas las conoce. Las recorre, lenta y delicadamente.
    
    Más gusto, más ...
«12...91011...14»