follando hijastro trans - Relatos Eróticos

follando hijastro trans

... nueva lechada que inunda toda la gruta del amor Ambos quedamos un buen rato jadeando. Vaya enculada!
Cuando llega Nina ya estamos en la sala “observando” las revistas que fuimos a buscar.  

La tercera oportunidad de amor se dio una semana después. Nina estaba resfriada y en la noche me sugirió que durmiese en el sofá. Dave se apresuró a inviarme a su cuarto, llevando una colchoneta y cobijas. Más acogedor. A Nina le pareció bien. El rostro de Dave se iluminó, ya una semana sin nada de nada …. Con impaciencia esperamos el paso de las horas. Al fin como hacia las 9 pm Nina se fue a dormir … además con sus pastillas que provocan sueño. No podía se mejor. Dave se fue a su cuarto un poco después, yo esperé un poco más por si Nina necesitaba algo. Luces apagadas. Entré al cuarto de Dave, solo estaba la luz tenue de una lamparita. Cerré la puerta con seguro. Me acerqué a la cama. Dave estaba acostado, y al acercarme retiró la cobija. Estaba del todo desnudo y así lo veía por primera vez. El corazón se me saltó al ve ese bello cuerpo, esas téticas, su verguita y pelotas rodeados de pelos. Me quedé un rato disfrutando el paisaje. Dave sonreía. Hice lo mismo; me quedé en bolas y Dave lo observó lujurioso. Lo invité a la colchoneta, pues podría ser nuestra cómplice al sonar menos por cualquier vaivén. Allí nos acostamos, ambos cuerpos desnudos, con abrazos y besuqueos. Boca, cuello, tetas … todo era objeto de besos y lametazos. Frotábamos nuestras pijas, las cuales se fueron ...

... entiesando. Pero queríamos todo con calma, así que seguimos frotando cuerpos sin agarrar penes, por un rato.
Puse a Dave boca abajo y me puse encima, frotando mi vientre contra su trasero. Era algo muy delicioso. Besaba y lamía su cuello mientras ya mi pija hacía presión en sus nalgas. Fui bajando mi golosa boca poco a poco … hasta las nalgas. Besé con calma cada una, Y lamí partes. Dave comenzaba a jadear. Los besos eran sonoros. Abrí un poco sus piernas y parte sus nalgas. Olí su rico ojete, aunque recién bañado tenía su olor a pija que tanto me encanta. Un poco de saliva. Un sonoro beso; un jadeo más de Dave. Y ahora un lametazo. Otro ay! de Dave. Y de ahí me dediqué con toda la calma y lujuria a lamer, chupar y besar ese delicioso ojete. Abría las nalgas hasta que le dolía a Dave, y lamía toda la ranura una y otra vez. Así estuve un largo tiempo y lo jadeos de Dave indicaban que esto le gustaba. En un momento pude abrir un poco el ojete y allí fue mi tiesa lengua copulando el agujerito. Dave tembló de la emoción.
-	 Ayyy, papi, que rico y que pervertido eres …
-	Sigo, cariño?
-	No pares!
La lengua endurecida entraba e el ojete y se paseaba por su borde e interior. Dave gemía más duro, nunca se imaginó ser culeado por lengua.  Creo que en todo esto gasté unos largos 40 minutos, y en ningún momento bajó la lujuria. Ahora puse a Dave boca arriba y le pedí que cerrara los ojos mientras por una sorpresa, tomaba algo de una bolsa en el suelo. Dave obedeció. Puse una almohada ...