follando hijastro trans - Relatos Eróticos

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... debajo de su trasero, quedando más expuesto. El algo era una verga rosada de plástico. Inicié el chupeteo de la verguita de Dave por un tiempo hasta que clavé el dildo un su o ya listo. Dave dio un grito que me asustó. Me detuve. 
-	Te gusta el juguete, o lo saco? 
-	No papi, sigue!
El dildo iba entrando poco a poco con un ano ya predispuesto, y en poco hice el mete y saca mientras chupaba su palo. Dave temblaba de la emoción. Decía cosas que no entendía, pero creo que estaba en una especie de éxtasis. Yo empujaba el dildo con fuerza y cada vez más rápido. Y seguía chupando. Dave no pudo más y en medio de quejidos me regaló una gran lechada que me tragué toda. Aún así, seguí dildeando y seguí chupando su ya menguado falo. El pobre Dave estaba en el cielo.
Después de un breve descanso, lo puse en cuatro contra el mueble. Allí puse el dildo con su ventosa, de tal forma que Dave podría seguir clavado mientras me la chupaba. Y así fue. El dildo parecía y desaparecía gradualmente mientras Dave en cuatro devoraba mi falo. Minutos después lo puse al revés, y por fin lo penetré en cuatro, cosa que no habíamos hecho. Al tomarlo de las caderas lo embestí sin compasión, y el pobre muchacho chillaba de placer con cada embate. Al poco, me bien dejando su gruta llena de mi leche. Ambos nos dejamos caer sobre la colchoneta llenos de rico cansancio. Dave me dio un gran beso.
-Papi, que feliz me has hecho hoy …. Te quiero.
Dormimos hasta el amanecer.  
Otra noche veíamos los Nina y yo ...

... televisión; con Dave llevábamos días sin encuentros de amor. Yo estaba un poco lujurioso. Como había un programa de interés de Nina, fui al cuarto de Dave quien trabajaba en su portátil. Simplemente me arrodillé al frente, le abrí la bragueta, le saqué la pija y le hice una gran mamada. Dave apenas salía de la sorpresa, pero al poco cerró los ojos. Su falo ya estaba duro y me lo tragaba todo, hasta las bolas. En unos minutos, Dave no pudo más y una vez más me obsequió una lechada. Me incorporé, le di un beso y volví al TV.   Antes de irnos todos a la cama Dave me susurró al oído “Papi, me puedes poseer cuando quieras, donde quieras y como quieras” …. Con esa frase, ¿Cómo podría dormir?
A plena noche y mientras Nina dormía profundamente ya no podía con la frase de entrega de Dave. El falo estaba duro y reclamando acción. No pude más. Con sigilo me levanté y fui al cuarto de Dave. Cerré la puerta y me escurrí en la cama. Lo besé como nunca antes. Dave sencillamente se dejó besuquear con entrada de lengua y todo. Mi mano le sobaba la verga, ya dura con los besos. Ambos jadeábamos. Lo desnudé y le separé las piernas. No me detuve en preludios: unté su ojete de crema, así como mi pija, le levanté las piernas y lo penetré sin vacilación. Dave gimió de dolor y placer, pues el falo se hundió hasta el fondo. De ahí inicié el meta y saca lento pero potente, profundo. Mientras tanto lo besuqueaba, le sobaba pechos y polla, todo sin dejar de invadir su rica gruta. Dave gemía sin parar, ...