1. Yo trabajando... ¡y mi esposa gozando!


    Fecha: 10/05/2020, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: Juan José Ángel R., Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... las tetas de tu esposa, así como para darle nalgadas mientras la estaba clavando, fue delicioso escucharla pedirme Verga y cómo me pedía que la penetrara, y yo diciéndole que se imaginará que vos estabas ahí mirándonos sentadito, viéndonos mientras follábamos como locos, creo que en ese momento ambos estuvimos tentados a llamarte para que nos oyeras, pero, sinceramente, no podíamos despegarnos el uno del otro para ir por un teléfono.
    
    En ese momento, tras una nueva tanda de nalgadas y ponerla a pedirme Verga, le dije por primera vez: entonces vagabunda, ¿quieres ser mi puta?, y su respuesta, a los gritos, fue mucho mejor que su actitud previa mientras me devoraba sus tetas, gritaba que sí, que le encantaba como la estaba follando, mientras intentaba levantar el culo de la cama para encontrarse con mis embestidas.
    
    Este tercer polvo, duro bastante y fue muy caliente, morboso y extenuante, ambos terminamos realmente cansados, por ello, ambos nos bañamos; mientras ella lo hacía, vi nuevamente su tanguita en la mesa de noche, y como te dije anteriormente, estuve tentado a decirle que me la entregara como recuerdo, y que le prometía entregársela en nuestra próxima cita, esto, para que si se llega a dar, ella vaya sin nada debajo a encontrarse conmigo, como una situación más de este juego morboso que iniciamos el sábado anterior.
    
     Ambos nos bañamos, ahora pienso que lamentablemente no juntos, y olvide por un momento comentarle lo del “robo” de su ropa interior, y tras ...
    ... salir, la encontré casi vestida, por ello, procedí a vestirme también, mientras lo hacía, y estaba terminando, ella se giró, y vino hasta donde estaba, se sentó en mis piernas a horcadas mientras estaba sentado en un sofá, dejándome nuevamente ese par de melones frente a mi cara, invitación que no desaproveche, y comencé a comérmelos como si fuera la últimas vez que los fuese a tener a mi disposición, y nuevamente le mordí los pezones, y como te digo, pese a decirme que se lo hacía algo fuerte, y a hacer sonidos de sentir un poco de dolor, jamás me pidió en toda la noche que dejara de hacerlo de esa manera, por ello, en un brote de calentura le dije que si le gustaría que yo fuese su macho cuando estuviera en Bucaramanga, y solo me dijo que sí, que le encantaría, con lo cual a partir de ahí incremente el sobeteo que ya le venía dando a su chocho a través del jean, y ella a mí, pues me quería follar con el pantalón puesto, por ello, decidí sacarle una de las botas, fui por el condón que aún quedaba, la recosté en uno de los muros del cuarto, me baje el pantalón hasta los tobillos, me puse el condón mientras le comía el chocho y se lo escupía, y la empecé a clavar desde atrás, mientras nuevamente le decía:¿quieres ser mi puta, vagabunda?, y ella solo repetía que sí, que ya era mi puta. 
    
    Dada la incomodidad de darle clavo con el pantalón aún puesto, le dije que me dejase quitármelo completamente, eso sí, le dije que se tenía que masturbar para mí, y así lo hizo, es una arrecha tu ...
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