1. El pueblo de los placeres. Parte 1


    Fecha: 08/12/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: CaballeroGris, Fuente: CuentoRelatos

    ... Cuando quieras Tomasa, ven y te daré Tomasa.
    
    Luís asintió sin decir nada y se despidió inclinando la cabeza. Se colocó el gorro del chaquetón, se metió las manos en el bolsillo, y se fue pegado a la pared de esa pequeña calle. Camino de su casa en las afueras del pueblo.
    
    Se tomó lo ocurrido como una necesaria canita al aire. Le sentó bien ese polvillo con esa curiosa mujer.
    
    Los días siguientes los dedicó a mover hilos por la zona. Visitó empresas de turismo para incluir su dehesa en un paquete de visitas organizadas. También habló con el alcalde del pueblo para que su negocio, el mejor que tendría esa villa en muchos años, fuera completamente respaldado y apoyado por los que mandaban.
    
    Paseó por toda la zona para conocerla bien y todas las mañanas salía a correr temprano por un sendero de tierra que se adentraba mucho en el bosque, regresando al pueblo por una carretera comarcal mal cuidada.
    
    Poco a poco se fue sintiendo más cómodo y fue conociendo mejor al pueblo. Sus gentes eran reservadas ante los forasteros y tuvo problemas de adaptación pues su presencia siempre resultaba incómoda. A sus espaldas había gente que le defendía por traer dinero al pueblo, en cambio otros avisaban de que no iba a traer nada bueno, poniendo a los vecinos con más prejuicios en contra de Luís.
    
    Para comprar iba a la tienda de Tomasa, la única del pueblo. Ella le despachaba con alegría y a gritos, como en ella era habitual. Siempre le guiñaba un ojo cuando salía de la tienda, y ...
    ... Luís pudo notar que estaba empezando a vestir prendas escotadas para despacharle.
    
    Los días pasaban y su negocio empezaba a tener beneficios. Su capital crecía mientras él apenas salía de su confortable hogar. El invierno había entrado muy duro, de forma que siempre que no estaba liado con trabajo, o supervisando el trabajo de los empleados en la dehesa, estaba en casa. Navegando por Internet, viendo películas, leyendo, cocinando….
    
    Cada día pensaba más en Tomasa. El recuerdo de su cama le venía a la mente con calidez. Le apetecía repetir.
    
    Una noche de lluvia, cuando no había un alma en las calles del pueblo, se puso el abrigo y salió caminando hacia su casa.
    
    Las chimeneas del pueblo daban un aroma a leña quemada y el viento frío se llevaba con rapidez el humo de los tejados. El piso estaba muy mojado y, a pesar del chubasquero, llegó empapado a la puerta de la casa de Tomasa. ´
    
    Con precaución llamó secamente a la puerta. Miró la puerta de su tía abuela, estaba cerrada. Dio un vistazo alrededor. Todas las casas estaban cerradas y no había nadie.
    
    Llamo otra vez, un poco más fuerte. Miró de nuevo alrededor. Pudo ver una figura quieta tras una ventana de una de las casas de la acera de enfrente. Era una silueta de mujer, pero no podría verle bien la cara. Esa extraña figura le miraba en silencio, ocultada tras la oscuridad de la noche. Su sombra resaltaba sobre la sombra del fondo de su casa.
    
    En ese instante Tomasa abrió la puerta. Cuando vio a Luis sonrió con ...
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