1. Matilda, guerrero del espacio (capitulo 22)


    Fecha: 11/12/2017, Categorías: Infidelidad Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... riendo, pero no dijo nada. Se vistió, la tapo con una manta y salio del habitáculo. Regresó unos minutos después con una bandeja con varias cosas. Se quitó la ropa y se sentó sobre el camastro entrelazando su piernas con las de la Princesa. Poco a poco fueron cenando los dos con un montón de risas y caricias. La Princesa jugueteaba con su cola haciendo cosquillas a Ramírez. Volvieron a amarse y finalmente, la Princesa se quedó dormida entre los brazos de Ramírez, que apago la luz y se durmió también.
    
    Cuando Ramírez abrió los ojos, todavía era de noche, y su adorada Princesa no estaba en la cama. Se levantó de un salto, se puso los pantalones y salio disparado poniéndose la camiseta. La encontró en la mesa de estrategia, sentada en un taburete y haciendo trazos sobre un mapa holográfico. A su lado, varias tabletas que consultaba permanentemente. Ramírez fue hasta la cafetera y la llevó una taza de café puro muy dulce, como a ella le gustaba.
    
    A las siete de la mañana, su asistente apareció con cara de susto, pero la Princesa la tranquilizo, y ordenó que convocara a los jefes militares a las nueve.
    
    A esa hora, todos expectantes, rodeaban la mesa donde la Princesa seguía haciendo anotaciones.
    
    —Señores, señoras, como todos ustedes pudieron comprobar, ayer estaba especialmente… irritada, —dijo dejando de escribir y mirándoles detenidamente. Después, con una ligera sonrisa en los labios, añadió—. Pero tranquilos, me han vacunado… por fortuna para ustedes, —volvió a ...
    ... mirar sus anotaciones, y prosiguió—. Allyson, ¿cuánto tardarías en llevar tu división al flanco derecho, y colocarla en orden de batalla a lo largo del Arroyo Espinoso?
    
    Allyson O´Reilly, general jefe de la 29.º División acorazada y originaria de Nueva Irlanda, rodeo la mesa, y poniéndose a su lado se inclinó para estudiar el mapa.
    
    —De dieciocho a veinte horas, —respondió finalmente—. Los caminos no son claros, y no es fácil trasladar con rapidez 450 vehículos más los de apoyo logístico.
    
    —Pues tienes nueve horas. Cuando anochezca, quiero que empieces a moverte, con mucho sigilo y sin luces, ni ruidos. Cuando amanezca, quiero a la 29.º a lo largo del Arroyo Espinoso. Y os quiero muy tapaditos y camuflados con redes y lo que haga falta, porque tendréis que esperar allí un par de días cómo mínimo. Si alguna unidad no llega a tiempo a las nuevas zonas de estacionamiento, que paren a resguardo y se camuflen: no quiero movimientos de día. Por la noche que continúen. En el arroyo termina el Bosque Sombrío y empieza el páramo, y repito: quiero a los carros bien escondidos entre los árboles, y a sus tripulaciones también. Los cuerpos de ejército 2.º y 5.º os desplegaréis en el flanco izquierdo, y lo que queda del 3.º, después de haber sacado la 29.º al centro, junto con el 1.º, y el 4.º detrás, en reserva. Esto va a ser largo, que nadie espere una batalla de pocas horas. La operación comenzara a las 6:00 con una intensificación de nuestro bombardeo artillero sobre su ala derecha ...
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