14 – 138, 1961: Mayo - Relatos Eróticos

14 – 138, 1961: Mayo

... abre la puerta pequeña del baño y Dagoberto apenas puede ver el rostro del muchacho, instantes después la cara de Jairo ingresa al baño pero luego desde allí la mano de Jairo se agita llamando a Heriberto, con mucha atención Dagoberto ve cómo su sobrino ingresa en el baño donde Jairo también estaba dentro, Dagoberto ya se imaginaba lo que estarían haciendo, y no se equivocaba, pues luego de unos cortos minutos el muchacho salía cabizbajo jalándose el short por detrás, y se puso a jugar con el balón, mientras tanto, Jairo salía del baño a jugar con él estirándose el short por delante, Dagoberto viendo desde la claraboya reía ampliamente, miraba las manos de Jairo que se metían en el short estirando seguramente el pene, jugaron un tiempo con el balón hasta que Jairo le dijo algo en el oído de Heriberto, instantes después Jairo se metía en el baño, luego lo hacía Heriberto, ahora Dagoberto a través de la claraboya miraba solo el baño y el balón en el suelo justo a la entrada del baño, escuchaba unos gemidos que eran de Heriberto saliendo del baño, Dagoberto se inquietó, tragaba saliva, sabía la causa de esos gemidos de su sobrino, se imaginaba de lo que se trataba, cerraba los ojos y pensaba lo que años atrás le pasó con Wilson, y al abrirlos fue a causa del llamado de la madre de Jairo a su hijo, instantes después Dagoberto vio salir a Jairo, se iba arreglando el short en paso acelerado, la mirada de Dagoberto estaba en el baño esperando ver a salir a su inquieto sobrino, que ...

... ya lo hizo minutos después, tenía una mano dentro del short por el trasero, se sacaba la mano del short pasándosela por la nariz repetidamente, Heriberto tomaba el balón sentándose en el rincón posteriormente, cansado de esperar se puso en pie arreglándose el short continuando con patear el balón, llegó Jairo dándole refresco, que lo disfrutaba con gusto sentados, Dagoberto se apartó de la claraboya, era el momento de salir, Jairo y Heriberto continuaron jugando con el balón, momentos después de un taxi se bajaban una pareja muy elegante, se trataba de Vladimir y Agripina, la dueña de casa los esperaba, para la anciana era el momento de retornar a su cuarto con su nieto, Agripina se saludó cordialmente con Jairo, paradójicamente se notaba su atención mutua en forma cordial, a los pocos minutos llega el anfitrión disculpándose por el retraso, la charla fue amena, Agripina atenta a las observaciones de negocios que recibía Vladimir, en realidad la visita fue muy productiva pues se afianzaban los lazos de amistad entre las dos parejas y Jairo.

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La vegetación selvática estaba húmeda, como húmeda se encontraba la vagina de Renata que la rozaba con su dedo índice alargado de gran sobaje en la piel, la muchacha estaba con una pierna en alto cuyo talón se apoyaba en la pared de bambú hecha en la ramada, se miraba el largo de su pierna crecida y su camisón de vestir que daba a su desliz en su barriga, se podía ver que deslizaba su mano con uñas largas por el muslo hasta ...