1. 14 – 138, 1961: Mayo


    Fecha: 01/09/2020, Categorías: Tus Relatos Autor: S. Jackson, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... toparse la vagina, se encontraba sola, por eso lo hacía con seguridad, su madre y hermanito estaban en la hacienda del patrón, a ella le tocaba los quehaceres de la ramada, ya para ese entonces lo había hecho, miró la puesta del sol por la ventana, siguió rozándose la vagina, cerraba los ojos y suspiraba, lo recordaba, sí, recordaba aquellos instantes buenos y malos, recordaba aquellos gestos que están clavados en su mente, continuó rozándose la vagina ahora con mayor énfasis, sabía que ya era el momento de partir a verse con él, ella lo deseaba tanto como él a ella, así lo sentía, deseaba estar en ese roce de cuerpos, deseaba, sí, lo deseaba, miraba otra vez la posición de sol, pensaba que ya era el momento, pero se contenía, el dedo pasaba por la vagina llevándoselo a olerlo a la nariz, le salió una sonrisa, recordaba el semen que le dejaba siempre, miraba su pie alzado, recordaba las veces que se lo besaba, por allí iniciando sus besos hasta llegar a lamer la vagina, suspiraba de sólo pensarlo, se sentó en su catre mirando cabizbaja el entablado rustico de la ramada en que vivía, sonrió, sabía que se encontraría con él, deslizó sus pies por las sandalias, él le había dicho que tenía unos pies hermosos y eso le levantaba la autoestima a ella, la vida continuaba como los minutos, llegando el instante de revisar la seguridad del gallinero, la porqueriza y los cereales acumulados en esa pequeña bodega improvisada e inacabada por su difunto padre, Renata pasó por el puente de ...
    ... entablado improvisado sobre el arroyo, ese mismo arroyo que ocho lomas arriba era testigo de sus encuentros con él, se lavó la cara viéndose de cuclillas con el camisón, no tenía puesto el calzón viéndose sólo los labios vaginales, los pies estaban juntos a las sandalias, recordó las palabras de aquel hombre que le decía que le gustaba verla puesta con ese calzoncito de figuritas, corrió a la ramada y agitada buscó debajo del catre en el cajoncito donde guardaba sus prendas íntimas aquel calzoncito, lo vio con amplia sonrisa y de inmediato se lo puso, bajó presurosa aquella escalera rustica, casi cae al bajar, vio la puesta del sol, era el momento de estar con él, se angustiaba, a través de los jadeos se notaba aquel palpitar, cruzó el entablado del arroyo, pasó rápidamente por aquella cueva en la que jugaba, vio enfrente la maleza selvática y con una vara iba delimitando más el camino por el sendero que lo llevaba a la margen del arroyo, en su camino escuchaba voces de animales y ruidos familiares, miraba la espesura del bosque, una tras otra loma iba avanzando, ya estaba casi por la mitad del camino, miraba la puesta del sol, cuando de pronto escuchó silbidos originales que sólo ella sabía de quien se trataba, lo que le molestaba era que no sabía bien en qué dirección venían, daba vuelta sobre su propio terreno, giraba atenta al nuevo silbido, escuchó que venía de lo alto de aquella loma, camino por allí por ese sendero estrecho, entre matorrales se daba paso, una de las ...
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