1. Cactus


    Fecha: 25/12/2017, Categorías: Control mental, Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... es bueno —ni llueve ni hace frío, que es lo habitual por aquí durante casi todo el año— el pub está a reventar y la terraza cerrada que tienen en el jardín situado en la parte de atrás también está a tope. Apenas he podido vacilar un poco con Blas, y salvo los momentos en los que me ha puesto las copas —por supuesto,gintonics— Eva tampoco se ha podido parar a hablar. Bueno sí, cuando se ha sorprendido porque le he preguntado si tenía miel, me ha traído una cápsula de las que se echan a una infusión o a una tostada o al yogur, se ha reído un montón, y ahora que ya quedan muchos menos clientes vuelve a traerme otra cápsula de miel para reírnos un poco.
    
    —Por mi culpa no te quedes sin dulce, que no te conviertas en yonqui de la miel, eh
    
    Alarga el brazo, tomo la miel de su mano y me da tiempo a besar suavemente los dedos —tenemos suficiente confianza como para que no se moleste por ello— al mismo tiempo que digo para mí, con miedo de que me oiga:tú sí que eres un dulce de miel, estoy deseando comerte y conocer el sabor de tus besos y de tu sexo
    
    Para mi sorpresa, sonríe y dice en voz baja: ahora, dentro de un rato, me llevas a casa en tu coche y follamos, ¿vale?
    
    ¿Qué está pasando aquí? No me lo puedo creer.
    
    Vive en la antigua casa de sus padres, un céntrico edificio de dos pisos, en el primero vive Blas con Margot, su novia, y en el segundo vive ella. Tienen alquilado el local de la planta baja a una farmacia, cuya titular es Rebeca, hermana mayor de la novia de ...
    ... Blas. Aquí todo el mundo se conoce o está emparentado de manera más o menos directa.
    
    El corto trayecto en coche ha sido callado por parte de ambos —no sé si estoy un poco cortado ante la facilidad mostrada por Eva hacia mí después de tantas negativas a lo largo de años— escuchando suave música. Aparco en el patio ajardinado del edificio, me coge de la mano y subimos a su piso. Nada más cerrar la puerta nos besamos en la boca, apasionadamente, con ganas, jugando con nuestras lenguas durante un buen rato, anudándolas, chupándolas mutuamente, recorriendo toda la boca, abriendo y cerrando los labios.
    
    —Hace mucho que no me comen el coño, ¿quieres probar mi miel?
    
    Qué pregunta. Nos desnudamos rápidamente mirándonos, sonriendo, excitados, respirando con fuerza, comenzando a jadear, evidenciando que los dos estamos muy cachondos.
    
    —Vaya pollón, me lo había dicho mi hermano, pero creía que exageraba
    
    Me ha estado tocando la polla y los huevos durante un ratito, veo que está dispuesta a ponerse a comérmela, pero cojo su mano y la llevo hasta el dormitorio principal, en donde hay una grandísima cama. Un beso suave en los labios, me distancio cosa de un metro y la observo —se mueve discretamente como si no se diera cuenta de mis miradas, pero luciéndose ante mí— para empaparme de la visión de un cuerpo espectacular, de belleza perfecta. No se me ocurre otro adjetivo.
    
    Alta de estatura, delgada, levemente musculada, muy rubia, con el pelo de un color suavemente dorado, ...
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