De la pena también se puede ser feliz. - Relatos Eróticos

De la pena también se puede ser feliz.

... teníamos una noche más para gozar. Yo por mi parte le dije que desde ya lo amaba y que  era una pana que viviera en  otro País y que siempre lo recordaré que  el fue el primer macho en mí vida (lo volví a mentir). Y que  si me  prometía no decir a nadie lo que pasó con gusto en la noche seria de nuevo su perrita. Y si lo dijera a  alguien yo  diría que el me violo y que por ser menor de edad le  creerían a mí. Eso no va a pasar me  dijo y que  mas bien en la noche diéramos todo por el todo para llevarnos un lindo recuerdo de ambos. Es así como una vez más el destino me preparaba grandes sorpresas que nunca me imaginaba disfrutar. Quede muy rendido por lo sucedido que me quedé como piedra durmiendo. Pagaron unas horas y siento que mís padres tocaban mi puerta para ir a  desayunar y seguir en el velorio y yo ya estaba ansioso que pase el día rápido para  mí encuentro con mi hermano de pila y  darnos rienda suelta a nuestros bajos instintos. Aún cansado y agotado de la tremenda fallada me  fui al baño a  darme una  ducha y terminar de sacarme la leche que  aún emanaban por mi adolorido y desgarrado anito, pero muy feliz una vez más orgulloso de mi culito por aguantar semejantes verga negras. Paso el día y entré gente que llegaba al velatorio en oportunidades cruzábamos miradas de amor com mi hermano y por el momento mí marido. Y así  es como se acercaba el momento de que mi anito palpitaba cada vez más y ansioso de sentirse relleno totalmente. Ya de noche y más temprano me ...

... retire a mi habitación que me dieron para  descansar,  y con los pretestos de cansancio le dije a mis padres . Ellos me dejaron ir sin imaginarce que en esa noche una vez más sería la hija que ellos tanto quisieron tener. Ya en la habitación sin reparó me desvesti todo quedándome totalmente desnudo y me tapé como en la noche anterior,  esperando que me tome por la espalda mí amado hermano. Eran como las nueve de la noche y aún no aparecía mi hermano,  lo cual me comencé a impacientar y comencé a frotarme mí anito con mi saliva preparándome y tanto fue mi deseo y ansias que me masturbe pensando en lo vivido de la noche anterior. Y pensaba que aún era temprano para que mi amado  esté conmigo . De la mastubada y el cansancio de no haber dormido bien,  me quedé dormido. Y como ayer me desperté con la sorpresa que delante mío en la cara lo  tenía esa hermosa y majestuosa verga negra, muy parada y que me invitaba a que me lo chupe,  ya El estaba desnudo totalmente con la verga en mí boca acariciando mís labios, así que sin perdida de tiempo me la tomé con mis dos manitos y comencé a chuparlo con mucha pasión y lujuria de arriba a abajo y  trataba en vano metermela a la  boca ya que era tan grande y muy gruesa y  una enorme cabeza, no cabía en mi pequeña boquita. Así que sólo la chupaba y le languatiaba desde sus enormes testiculos hasta la punta del glande y  jugaba en di orificio de la cabeza que ya comenzaba a emanar líquido seminal, mientras tanto él me amasaba mís nalgitas y ...