De la pena también se puede ser feliz. - Relatos Eróticos

De la pena también se puede ser feliz.

... frotandome de vez en cuando mí anito que palpitaba sin cesar. Así también me confesó que me había mentido que si su habitación no la ocuparon como él me dijo y que por error se metió a mi habitación y sé  topó con migo que estaba de espalda y al verme casi desnudo me comenzó a manosear mi culito y al verme así es como también se atrevió a finjir que solo quería dormir. Yo le dije que nuestro destino ya estaba marcado para que pasara lo que pasó y  va a pasar de nuevo , así que solamente nos entregaremos totalmente como si fuera el último día de vida. En eso me levanto de la cama y me puso de espaldas tomándome ambas piernas me levanto hacia lo más alto que pudo que mí culito quedó a la altura de su boca y comenzó a lamerme el culito y  trataba meter la punta de su lengua por mi dilatado anito que no dejaba de palpitar, yo gemiia como putita y  le decía lo tanto que lo amaba y que por Dios quería estar bien atravesada por ésa enorme anaconda,  me  tenía bien abierta como en posición de sentado y después de volverme loca curioseando mí anito con su enorme lengua que por momentos me lo metía la puntita y eso me hacia perder la razón y le suplicaba que me atravesara ya que no aguantaba más,  es así que me comenzó a bajar así mismo como me tenía bien abierto,  y al fin  siento que mi anito quedó justo en línea recta con su enorme cabeza que emanaba mucho lubricante que comenzó a hacer presión para clavarme y mo cuando uno deja caer una cosa me soltó de improviso y fui a quedar ...

... estocada brutalmente deborandomela toda su enorme cabeza y parte de su venoso tronco,  la cuál acción me hizo soltar un grito desgarrador que  tuve que taparme la boca para que nadies nos encontrara así,  ésa estocada me hizo nublar la vista y derramar lagrimas de dolor y exquisito placer que de apoco sentía como me iba bajando hasta quedar totalmente penetrada y que  por Dios me sentía exitado y dichosa y comencé a gozar cómo nunca,  estuve así bien penetrado por un instante y sentía su palpitar de sus venas por dentro y en seguida comenzó a subirme y bajarme con fuerza que cada bajada me hacían brincar los ojos y ver oscuro,  pero a la vez gemir de tanto placer al verme como me samaqueaba como una muñeca de trapo y cada vez más rápidas y muy profundas las estocadas. Luego después me llevo así bien clavada hacia la pared donde había un espejo muy grande donde me hacía ver como me tenía,  por Dios no podía creer que mí anito estaba muy ensanchado y relleno totalmente por esa posición como me tenía,  no se veía  nada de su verga solo sus testiculos que colgaban y se mesian de un lado a otro. Por su tamaño y corpulencia de cuerpo yo era una miniatura,  y ai estaba yo como siempre soñaba estar bien clavado por un verdadero macho de verdad. Y solo gozaba de aquel paisaje que jamás quisiera se  termine y me veía la carita que ponía de puta bien clavada y derramado ilos de sangre que se escurría por sus piernas. Luego de esa dicha posición me  llevó a la cama y me tiro para quedar en ...