1. LA MENOS PENSADA


    Fecha: 27/12/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... le gustás. Estará conforme.
    -¿Seguro eso?
    -Si, dale. Vení conmigo. ¿Cuántas veces hablamos de lo lindo que sería vivir juntos? Creo que nos conocemos lo suficiente. ¿Lo hablaste con tus hijos?
    -No, la verdad que no. Todo lo que me dijeron es que tu hija es muy linda.
    -¡Ja ja ja! Tiradores como el padre.
    -¡Eh! ¡No soy un mujeriego!
    -¿Y cuándo tenías 20?
    -Sí, sí. Hablaré con ellos, pero no quiero mucho contacto de tu hija con los míos. No quiero que te enojes por culpa de mis hijos.
    -No digas pavadas. ¡Es cuestión de tener los ojos abiertos!
    -¡Ja ja ja! Veremos.
    Y así fue. Luego de un par de meses comunicamos a nuestros respectivos hijos que me mudaría a la casa de Adriana.
    Todos parecieron estar muy contentos, sobre todo mis hijos que se sacarían al padre controlador de encima. Ni quiero pensar todas las chicas que irían por las noches a mi casa.
    Nos instalamos juntos y no hubo ningún problema. Lo que noté que Adri era con la hija mucho más controladora que yo. Prácticamente nunca estaba sola. La abuela, una tía, alguna amiga de Adri, siempre estaban en la casa cuando existía la posibilidad de que Kirky estuviera sola. Iban amigas y amigos a su casa, pero nunca solos… ¡Allí estaba la guardia pretoriana!
    Pero bueno, no me iba meter en eso. Kirky era absolutamente dulce, cariñosa, estudiosa, y muy buena compañera de todos. Yo tenía el cuidado de que mis hijos, la veces que estaban con nosotros, no se pusieran demasiada cariñosos con Kirky. No quería quilombo.
    Pero ...
    ... paso lo imprevisto.
    Un día, jueves a la tarde, la trajo la abuela de la escuela. La mamá de Adriana era una señora muy simpática, de una belleza muy especial, muy a lo de Adri. ¡Claro, era la madre! Yo estaba en casa a terminar unos trabajos y la abuela, naturalmente me saludó y se fue.
    Estaba en la mesa de trabajo de Adri haciendo algunas cosas y apareció Kirky, con su pollerita tableada y su camisita blanca.
    -Hola ¿cómo estás?
    -Muy bien ¿y vos?
    -Bueno, ya vez trabajando, para variar.
    -Igual que mamá.
    -Bueno, no hay más remedio. ¿No te reunís con tus amigos?
    -No, solo en la escuela o en la casa de alguien. Mamá no me deja sola nunca.
    -¿Cómo? ¿Por qué?
    -Qué se yo. Me parece que estoy presa.
    -Pero si son un montón de amigos…, no te vas a aburrir…
    -Sí, pero siempre “acompañada”, quiero decir “vigilada”.
    -¿Y por qué? 
    -Qué se yo.
    -Lo hablaré con tu mamá.
    -No te molestés. Lo hablaron mi abuela, mis tíos, pero nada ¡no afloja!
    -Bueno, ya va a pasar.
    -Si ¡cuándo sea una vieja!
    -Ja, te falta un montón.
    Kirky se quedó callada. Sentía que me miraba fijamente.
    -Mamá me dijo que sos muy dulce y cariñoso…
    -Bueno…, si ella lo dijo…
    -Si, lo sé. Los escuché muchas veces a la noche.- Una pícara sonrisa lucía en su cara.
    -¿Cómo?
    -Dany, no soy boluda. Mamá está muy contenta con vos no solamente porque van a exposiciones, conciertos, teatro, no solamente por eso. 
    -¿Qué decís?
    -Yo lo sé. Cuando están en la cama ella se siente muy feliz. Vos sos súper dulce, cariñoso y ...
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