LA MENOS PENSADA - Relatos Eróticos

LA MENOS PENSADA

... mudo como un muerto, no quería ningún entusiasmo. Bueno, le había dado el gusto. Se acabó.
-Kirky, esto no puede ser. Por favor, amo a tu mama. No podemos hacer esto.
-¡Vamos Dany! ¡No me creas boluda! ¿No se te paró acaso cuando te la mamé? Y no tardaste nada para que se ponga dura y cuando me ensarté más todavía. Acabaste justito después que yo. Eso quiere decir que me sentiste y te gustó. Además tenés más fuerza que yo. ¡Si tenías la intención de alejarme lo podrías haber hecho!
	No le podía dar la razón, pero sí, tenía razón.
-Bueno, está bien, pero no será más así. Sal de encima. Tengo que lavarme y cambiarme. Tengo todo el pantalón enchastrado.
Kirky se levantó de mi falda lentamente, sin dejar de besarme y acariciarme.
-¡Huy que lindo! Siento como me chorrea por los muslos ¡y que lindo olorcito!
-Vamos, basta, me voy a lavar. 
-Yo voy al baño.
-No al que vaya yo, por favor.
-Bueno, me voy a bañar.
Nos repartimos los baños por suerte. 
Guardé el pantalón para llevarlo a la tintorería, en algún barrio en que no me conociera nadie, y me cambié lo más prolijamente posible, y traté de continuar con el trabajo.
Al rato apareció Kirky envuelta en un toallón.
-¿Qué hacés? ¡Anda a vestirte!
-¿No sos curioso? No me viste para nada. Quiero mostrarte. 
-¿Qué? 
-Mirá.
Y se sacó el toallón. Quedé petrificado. Era hermosísima, de una juventud esplendorosa, brillante, perfecta.
-¿No decís nada? ¿No te gusta lo qué ves?
-Por favor Kirky. Una vez más te los pido.
-¿Sabes lo que hice? – Ella ignoró mi pedido. – Antes de bañarme me acaricié con tu semen todo el cuerpo, para sentirte bien conmigo, sobre mí piel. ¡No te dejaré más!
-¿No me dejarás qué?
-Qué no podrás escaparte de mí. ¡Siempre que pueda estaré con vos!
-¿Estás loca? ¡Eso es imposible! Amo a tu madre y no permitiré que vuelva a suceder nunca más.
-Si no me das el gusto le cuento a mamá. – Lo dijo con total seguridad.
¡CARAJO! ¿Y AHORA QUE HAGO?