Sexo con mi marido
Fecha: 30/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Estela Barilla, Fuente: CuentoRelatos
... marido parecía no terminar nunca de penetrarme con un salchichón que ahora sí comprobé lo que era, de más de 25 cm, duro como un garrote y de cinco o seis cm de espesor, bien grueso. Largo, duro y grueso como a mí me gusta y necesito. Por fin me lo metió todo y no me lo sacó mas, yo le pedía que no me lo sacara por nada del mundo. Yo ya gritaba como loca mientras él me decía todo tipo de porquerías, se me revolcaba con furia encima, me apretujaba las tetas todo lo que podía y no paraba de besarme, acariciarme y manosearme bien manoseada, mientras yo le pedía más y más.
Y así estuvimos unos 20 minutos, somos expertos en hacer durar el acto sexual, mejor dicho esto que era una batalla campal. Yo gritaba, él puteaba, mi flujo desbordaba mi vagina a pesar de su pija y bañaba las sábanas... Por fin se vino el momento cumbre. Ernesto me gritó "Estelita, dale que me vengo, dale que me vengo la concha tuya", mientras aceleraba la penetración y la frotada de su pene contra mi clítoris. Y yo no me quedé atrás y también puteé "sí mi amor, la puta que te parió, dale, llename de muchísimo semen bien llena hasta el borde, puta, concha, la pija de la verga". Ernesto le dio, le dio, le dio, yo le di, le di, le di, gritamos, puteamos como la concha de su madre. "Ahí te lo mando todo bien a tu vaginudo fondo, Estelita y la puta que te remil parió", repetía con tremenda furia. Y llegó nomás. Ernesto eyaculó una impresionante cantidad de semen en mi vagina. Como sólo él puede hacer ya ...
... que eyacula más que otros hombres. Al tiempo que yo largué todo el flujo que pude. Un orgasmo tremendo, me llenó de leche taponando mi vagina con su semen de buen olor y excelente calidad.
Terminamos de largar todo, un orgasmo de casi 10 segundos, tremenndo la potencia física y sexual de mi marido. Me lo sacó al fin despacito, yo no quería que lo sacara, pero igual después me pasó lo que quedaba de semen por mi cara, boca y pechos, y luego me manoseó toda bañada de su semen con las manos, pasándolas bien pasadas por todo mi cuerpo. Así terminó nuestra primera batalla de una larga guerra. Que se reanudó a los 10 minutos, cuando luego de franelearnos de nuevo él me la dio pero ahora por la cola, taponándome de su semen mi orto. Y otra vez pasó lo que quedaba de su leche por donde pudo, siempre le quedaba semen para algo más. Y así estuvimos toda la noche hasta el amanecer: vagina, mi boca, yo en la boca de él mi flujo, él su semen en mi cara, pechos y demás, después nos vestimos con nuestras prendas íntimas y también acabó en mi corpiño y mi bombacha, siempre frotándome su semen tras acabar. Luego eyaculó sobre mi blusa que estaba en el piso, yo acabé en su slip y su camisa, lo llené todo de rouge, se tomó revancha y me volvió a dar por vagina, cola dos veces, boca tres, otras dos por vagina -en todas las posiciones, eh- y concluimos a eso de las 7, ya con pleno sol, con un tremendo acto de media hora donde él eyaculó el triple de semen que cuando empezamos cuatro horas ...