1. Los blanquísimos jamones 5


    Fecha: 11/02/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... desnuda es  la gloria total. Es tan hermosa, tan sexi, desde el cabello hasta el dedo gordo del pie.
    -¡No mirés, libidinoso! ¡Ja!
    Me acosté y me tapé con la sábana. En verdad, quería dormir para sentirme en condiciones para cuando llegue el momento. Por suerte la nena no insistió demasiado. Nos pusimos cucharita, teniendo las tetas en mis manos y el choto entre sus glúteos. ¡Dormir así es fabuloso!
    Cuando desperté, Araceli dormía… Eso creía. Su suspiro me indicó que estaba equivocado.
    -¡Al fin nene! ¡Hace media hora que espero! - Se dio vuelta, me abrazó y besó. 
    -¿Cómo lo hacemos? 
    -Cómo quieras.
    -¡De todas maneras! Pero hay que empezar por alguno.
    Lo primero es lo primero. La puse de espalda y fui hacia su entrepierna. Un buen lambetazo puso las cosas en orden. Introduje dos de mis dedos, abriendo los labios. Se veía hermosa. Esa humedad en la concha que la hace brillar es encantadora. Con mis labios saboreé el clítoris, apretándolo, y lo lamí hacia arriba y los lados. La concha latía y Araceli gemía encantada. Ella sabía que me gustaba escucharla. Tembló y el cuerpo se preparó. Clavó los talones, se aferró a las sábanas, se arqueó… y vino su acabada. Tragué los jugos con todo placer. Están riquísimos, como siempre. Araceli se sacudía con pequeños espasmos... Me apretaba la cabeza, entre los blanquísimos jamones. Cada vez que los miraba y cuanto más cerca los tenía más me gustaban. Es cierto lo que decían: ¡me hipnotizaban!  
    -¡Cuánto hace, mi amor! ¡Un siglo! ¡No me dejes tanto tiempo! – En realidad no fue más que un día. 
    Seguí chupando y lamiendo. Siguió otro orgasmo…, y otro más.
    -¡Viva viva! – Araceli sabía que me gustaba oírla.
    	Nos sentamos en la cama, mirándonos. ¡Qué hermosa es esta mujer! Me tomó de las manos.
    -¿Sabes Dany…? No te admiro más…
    	¡Carajo! ¡La cagué con la refregadas de sus tías!
    -Bueno…, eso pasa. No hay cosa que dure mil años… - Pretendía desdramatizar.
    -Es que ahora… yo te amo…
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