Los blanquísimos jamones 5 - Relatos Eróticos

Los blanquísimos jamones 5

... livianito… y soñarás con nosotras.
Se levantaron, luego que Patri limpió prolijamente pija y huevos. Se fueron riendo dejando la ropa tirada. Apagué la luz desde la cama y… no sé cuántos segundos después estaba dormido.
¿Había venido Araceli? ¿La vi o lo soñé? En fin…, alguién me despertó sobándome los genitales.
Era Patri, seguro. Sentía su perfume. El de Romi era distinto. Sonreí antes de abrir los ojos.
-Ajá, que diste cuenta…
-Si, Patri. Por supuesto, te siento.
-¿Y cómo sabés que soy yo? Con los ojos cerrados…
-Por tus manos… y tu perfume.
Me incorporé y nos besamos. 
-¡Qué olfato el tuyo!
-Tu cuerpo es un hermoso jardín. – Patri se sentía muy orgullosa de sí misma. Le gustó que la reconociera. 
-Perdón. ¿Me dejás ir al baño? - Me levanté. Fui cuando la vi totalmente desnuda. Ya habían recogido la ropa que a la noche dejaron tirada.
Fuí al baño, ahora con menos urgencia y más tranquilidad. Quería estar muy bien para hacerle el amor a Patri. ¡Ella se lo merecía!
Volví y Patri se había estirado en la cama con las piernas abiertas. 
¡Qué hermosa concha, Dios! Como su actividad sexual no era con hombres, aunque se haya metido vibradores o cosas así, la tiene muy prolijita, los labios perfectos, sin nada abierto ni colgando. ¡Una concha de exposición!
-¡Esto es un servicio premiun!
-¡Jajaja!
Me agaché entre sus piernas y fui directo a indagar con la lengua. 
-¡Uy! ¡No me lo esperaba!
-¿Por qué no? Es tan hermosa que lo primero que merece es mi admiración y ...

... mis besos. – Hablaba con la concha pegada a mi boca.
Patri suspiró y se relajó totalmente. Metí la lengua lo más que pude en la maravillosa cavernita. ¿Por allí saldría alguna vez un hijo mío? 
No quería tocarla con las manos. Quería que gozara solamente con mi lengua. Cuando acaricié el capullo del clítoris Patri se sacudió.
-¡Ay Dios! ¡Qué hermoso!
Insistí. Sabía que terminaría pronto. Patri no aguantó al movimiento instintivo. ¡Me apretó la cabeza contra su sexo! ¡Me gustó esa apretada! ¡Se lo iba a compensar!
No hubo que esperar mucho. Clavó sus talones, levantó su vientre… y mi cabeza quedó ensartada entre su concha y sus manos. Como no podía separarme aunque lo hubiera tragado todo de cualquier manera, sus fluidos se volcaron totalmente a mi boca. ¡Era exquisita! ¡Estas mujeres son exquisitas de todas partes!
Me levanté, y me acosté a su lado.
-¿No estás a punto, no?
-¿Para qué? Para coger con vos sí, ¡totalmente a punto!
-Digo… para quedar embarazada.
-No, hoy no. Dentro de tres o cuatro días. ¡Jajaja! Lo haremos de nuevo, pero no voy a estar tres o cuatro días sin tenerte dentro de mío. ¡Jamás!
-Bueeeno…, te pregunté para saber qué no es necesario, en el momento que eyacule, tener que estar en alguna de las posiciones que son más efectivas para que la mujer quede embarazada, para que el esperma entre al óvulo con más seguridad.
-Cualquier posición será buenísima. ¡Cómo vos quieras!
-¿No tenés alguna preferida?
-No. Hace mucho tiempo que no estoy con un ...