Desde las tías a la “cariñosa” 2 - Relatos Eróticos

Desde las tías a la “cariñosa” 2

... está parada…, para que yo le chupe la concha y el culo cuando le bajo la tanga. Vi como tenía los pezones tan duros, que se les notaba con vestido y corpiño. Eso me recalentó.
	Solamente habíamos intercambiados dos palabras.
-¡Hola mi amor!
-¡Hola tesoro! – Y nos fuimos casi corriendo al dormitorio, tomados de la mano. No teníamos interés en el amplio sillón que tiene en la sala. ¡Para sofá ya teníamos el del negocio!
	Yo chupaba y chupaba… Tiraba de sus pezones con los labios y le daba suaves mordisquitos. Yoli gemía de placer…, y sé que no era fingido. ¡Le encantaba! Fui hacia abajo y levanté el vestido. No le saqué la tanga. La corrí y le metí la lengua en la vulva…, luego unas rápidas lamidas de clítoris… y volví a las tetas. Yo seguía totalmente vestido. Ni los borsegos de obra me había sacado. En realidad eso lo hace Yoli mientras me la mama. Tendría que esperar. Ella y yo. Giraba la cabeza hacia uno y otro lado. Sacaba la lengua como si estuviera chupando y gemía…, cada vez más fuerte y ansiosamente. Sé lo que le pasa. Sin tocarse siquiera y con solamente unas pequeñas lamidas de mi parte, estaba lista para el primer orgasmo. ¡Era lo que esperaba! En cuanto noté su temblor, me desprendí de sus manos, que apretaban mi cabeza contra sus tetas, y bajé rápidamente a la concha. Ya tenía una de mis manos corriéndole la tanga. Metí un par de dedos en la vulva… y chupé y sorbí todo el caudal de tibio fluido que disparaba. Se apoyó en los talones y la cabeza. Se arqueó… ...

... y ahora si me tomó de la cabeza contra la vagina. Sus piernas fueron a mi cuello, y sentí feroz apretada. 
-¡AYYYYY! ¡ME MUERO, ME MUEROOOOO! ¡PAPI, ME MATÁS! – Creo que en ese momento tuvo dos o tres orgasmos al hilo. ¡No paraba nunca de largar jugos! Desde que la conozco, desde que cogemos…, nunca la sentí tan ardiente, totalmente entregada a… lo que sea… - ¡Dani, Dani, mi amor! ¡TE AMO TE AMO TE AMOOOOO! En verdad yo gozaba muchísimo al sentir de lo que era capaz de provocar en una mujer…, pero me preocupaba su reacción de AMOR… ¡Lo último que quería era que eso fuera un choque con su hija. ¡Ella era mi amante, no Yolanda!
	Se relajó y me miró a los ojos, con tan tierna y dulce sonrisa que me incliné sobre ella para besarla… Nos besamos suavemente, como dos enamorados…, cosa de lo que me di cuenta luego…, y un poquito después nuestras lenguas comenzaron a luchar. Cuando sentí las manos de Yoli en mi pantalón, comprendí que la magia había terminado…, y venía la golosa realidad del sexo. Me erguí y con las rodillas me corrí hacia su rostro. Ella desabrochó el cinto ansiosamente, mirándome sonriente. Abrió el pantalón, bajó el cierre de la bragueta y ni siquiera bajó el calzoncillo, lo corrió y la sacó, todo mucho más rápido de lo que yo tardo en contarlo. Mi pija estuvo en su boca en dos segundos. Me tuve que inclinar, por supuesto, sino me la arrancaba, y me dedicó los siguientes cinco minutos una de sus más deliciosas mamadas. ¡HABÍA AMOR EN ESA MAMADA! No solamente ...