1. Gotas de Maribel


    Fecha: 26/01/2018, Categorías: Control mental, Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... propiedad de los Miravaux, y quien se cachondeó de mí delante de varios de sus empleados y clientes porque cuando yo estaba empezando e intentando comprar alguna nave o antigua fábrica, le pedí ayuda en la búsqueda y consejo en las condiciones económicas. Me trató de muerto de hambre, de inútil y hasta de provocador comunista por intentar empezar un negocio en la misma rama de actividad que la familia más importante de la provincia. No lo he olvidado, por supuesto que no, y como decía mi madre, es mejor no quedarse con nada de nadie.
    
    Ceci está casada con el director de la agencia de uno de los bancos presentes en la ciudad. Pareja tremendamente conservadora, están metidos en todas las salsas de lo que por aquí se entiende por ambiente cultural, así que ambos son muy conocidos y no disimulan sus ganas de acceder a la alcaldía en los próximos tiempos. Los fines de semana se dejan ver, puntuales como un buen reloj suizo, por los lugares en donde está todo aquel que o pinta algo socialmente en el pueblo o es susceptible de resultarles políticamente rentable.
    
    En un bar famoso por sus torreznos coincido con el marido —Lorenzo— en el pasillo de los aseos y —espray gris mediante— me dejo convencer por él para que esta noche de sábado cene en su casa. Habitualmente ni me saluda, ni siquiera sé si sabe quién soy. A las ocho y media en punto llamo a la puerta del gran chalet en donde viven a las afueras. Lorenzo me abre la puerta sonriente —me he asegurado de que no hubiera ...
    ... personal de servicio— e inmediatamente me hace pasar hasta un gran salón comedor en donde está Ceci, con cara de mala leche y dando muestras de estar muy cabreada. Me acerco, le doy dos besos en las mejillas de manera que pueda percibir el perfume que llevo y antes de que retire su cara, ya le he ordenado mentalmente que se muestre amable, educada y excitada sexualmente, dispuesta a hacer lo que yo quiera.
    
    En la cena les hago contarme su vida, bastante aburrida, demasiado centrada en intentar sobresalir socialmente —son verdaderos devotos de Maribel y la familia Miravaux— y cuando estamos en los postres —he cenado cojonudamente porque todo lo han comprado ya cocinado en un restaurante que a mí me encanta— me dan ganas de ponerme juguetón y les insto a contarme su vida sexual. En esto no son tan aburridos como en el resto de sus actividades.
    
    Resulta que Lorenzo es un poco maricón —así lo dice su mujer— y Cecilia un poco puta —tal y como dice su marido— Dado que he llevado a su ánimo que están muy excitados, les pido que follen delante de mí, como si yo no estuviera —bueno, o si les gusta, precisamente porque estoy aquí— y a ello se ponen en cuanto terminan las copas que estamos tomando. Aprovecho que se están desnudando para echarme unas gotas de perfume y me siento en uno de los sillones a mirar de qué va esto.
    
    Lorenzo en un tipo alto,calvorota, barrigón, sin mayor mérito físico que una polla muy larga —yo me he medido diecinueve centímetros y medio en erección, y él tiene ...
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