1. Mi familia paterna


    Fecha: 12/02/2018, Categorías: Incesto Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... cocina. Al pasar por la cocina vi la cantidad de cosas que había cocinadas y no las vimos en la mesa y me quedé muy sorprendido. Tía Fina lo notó y me dijo que en la noche cenaríamos todos en casa, mi padre, Tío Paco y Lorena, que hoy tenía un compromiso y por eso no estaba, pero que viene a cenar y “tiene no sé qué asunto preparado para presentarte a sus amigas, irás con Gaspar; me ha dicho que te lo anuncie”.
    
    Respondí con una sonrisa, pero añadí:
    
    —”Tía, pero yo necesito ir a mi habitación para mi aseo y cambiarme de pantalón, ponerme algo para salir con Lorena”.
    
    —”De todo eso se encargará Gaspar. Ahora tomamos el café, ¿lo quieres helado o caliente? y luego vas con Gaspar a su habitación. Allí hay de todo…; y si no, que te acompañe a ¡tu casa!”, esta última expresión tenía un sentido inequívoco en boca de tía Fina, pero no entendí nada en ese momento.
    
    Apenas tomamos café en la terraza, tío Andrés se disculpó, tenía que hacer la siesta porque no había dormido mucho la noche anterior, luego supe que era por razón del trabajo en la cooperativa vitivinícola, de la que es el gerente. Tía Fina tenía cosas que hacer y los mellizos desaparecieron dejándome a solas con Luis. Parece que estaban de acuerdo los mellizos con Luis para dejarnos solos.
    
    Comenzó Luis enseguida que desaparecieron:
    
    —”Hoy es lunes, esta noche y mañana día y noche tengo cosas que hacer y no nos veremos. Los amos del castillo se van el miércoles de viaje para varios días y tengo que preparar ...
    ... sus cosas. Yo trabajo en la custodia y cuidado del castillo, sobre todo cuando no hay nadie. El miércoles en la noche, cenaremos Luis, tú y yo en el castillo y prepárate para dormir allí”.
    
    —”¿No dirán nada los amos?”, pregunté.
    
    —”Cada cosa que hago lo saben y, si no tienen nada previsto, siempre me dejan, porque prefieren que haya gente en el edificio antes que vacío…”, explicó.
    
    —”Ah, muy bien, ¡qué divertido! ¿Nos vestiremos de caballeros?”, dije bromeando como si desenvainara una espada.
    
    —”Mejor nos preparamos para la película «Adán y Eva en el castillo de la Espadaña», ¿te parece?”, y se rio esperando respuesta.
    
    —”Por mí, vale, pero es interesante una cena en un castillo…”, dije lleno de entusiasmo.
    
    —”Ojo, yo no voy a salir en dos días del castillo, ni martes, ni miércoles, hasta que vengáis en la noche; probablemente no podré salir en toda la semana por la tarde y noche; te dejo a Gaspar, cuídamelo, pero cuídamelo de verdad”, dijo, poniéndose muy serio.
    
    —”Quieres decir que no…” me cortó enseguida.
    
    —”No, no me refiero a nada de eso. Él sabe qué hacer y con quien, no somos celosos; te considero como muy amigo mío, porque ya eres mi primo; quiero que lo cuides cuando os acompañe con Lorena…”, —respiró profundo mientras yo atendía casi sin respirar—. “Gaspar es tan atento que no se niega a nada. Las chicas le darán licores mezclados para que beba y se ponga alegre. Su hermana no se da cuenta. Tú estate atento y se lo vas quitando de las manos. No le ...