1. Complejo de edipo


    Fecha: 02/03/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... nada malo, solo disfrutábamos de nuestros cuerpos y que además lo que teníamos que hacer era decirle que estábamos enamorados.
    
    Yo le contestaba que si estaba loco, que como le íbamos a decir eso a su padre, pero en el fondo, comencé a considerar la posibilidad de hablar de nuevo con mi marido sobre el tema.
    
    Por fin un dia, mi hijo me dijo, así sin más, que quería follar conmigo, que lo deseaba como nada en el mundo, que se moría de ganas, pero que no veía la oportunidad, puesto que siempre estábamos los tres juntos.
    
    Yo, que dicho sea de paso, a estas alturas también me moría de ganas, le conteste que eso era muy peligroso, que teníamos que tener mucho cuidado, pero que también me moría de ganas de hacer el amor con el.
    
    Pasaron los meses de primavera y llegó el verano, en nuestro chalet tenemos una pequeña piscina en el patio-jardín, por lo que durante la estación calurosa, en casa, casi siempre estamos todos en bañador.
    
    Yo concretamente en bikini y cubierta a veces con algún vestido playero, de esos que llevan botones de arriba a bajo, casi siempre sin abrochar, solo por cubrirme un poco.
    
    En esta época, los besos y los abrazos con mi hijo, eran sumamente placenteros, puesto que nuestros cuerpos estaban prácticamente desnudos.
    
    En muchas ocasiones, me quedo en toples, momento que el aprovecha para abrazarme, siempre, aunque esté su padre delante, con lo que mis pezones se me ponen duros y se clavan en su pecho, cosa que nos encanta a los dos.
    
    Otras ...
    ... veces, en cuanto ve que su padre se mete en casa o bien el esta fuera y nosotros dentro, mete una de sus manos en mi diminuta braguita, sobando mi coño, llegando en algunas ocasiones a corrernos el uno el otro y a veces los dos.
    
    Por las noches en verano, duermo solo con las bragas, tirada encima de la cama y únicamente me tapo con la sabana de madrugada, cuando refresca.
    
    Mi marido y yo dormimos en una cama enorme, de 2x2, con lo que cada uno duerme en su parte y prácticamente ni nos tocamos a no ser que lo hagamos a propósito.
    
    Mi marido duerme siempre boca abajo, mirando hacia la parte contraria a la que yo estoy y ronca, aunque no muy fuerte, pero si lo suficiente para saber cuando está profundamente dormido.
    
    Yo en cambio duermo de lado, mirando hacia su lado y de espaldas a la puerta del dormitorio, que además siempre dejamos abierta.
    
    Una noche, estando ambos en la situación descrita, siento que alguien me está tocando, me despierto, pero no me muevo, sigo como si estuviera dormida.
    
    Comprendo que es mi hijo, que ha decidido dar un nuevo paso en nuestra morbosa relación y rápidamente me hago cargo de la situación, mi marido esta en su posición normal, profundamente dormido como puedo deducir por sus ronquidos, así es que me relajo y me dispongo a seguirle el juego a mi hijo.
    
    El después de acariciar durante un rato mis pechos, yo creo que hasta que consideró que me había despertado, pasó a mi trasero, que se encontraba casi al borde de la cama, ya que estaba ...
«12...91011...17»