1. Venganza


    Fecha: 12/04/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... vaciado, la follada podía podía prolongarse todo lo que deseara. ¡Y es que quería meterme en sus tres agujeritos!
    
    Abrí sus piernas con mis manos, las separé y me metí entre ellas. Se resistía, me suplicaba, pero no podía evitar que metiese mi polla dentro de su coño. Estaba muy cerrado y sin lubricar, lo que me excitó aún más. A base de fuerza bruta y con la saliva de la mamada, logré meter la cabeza de mi pollón en su coño. Pegó tal alarido de dolor que casi me deja sordo, pero que me animó mucho a seguir. Seguí presionando sobre aquella cerrada gruta y conseguí introducirla lentamente hasta que toqué fondo. Aún me quedaba un trozo de polla fuera. Ella me clavaba las uñas en los hombros, suplicándome en vano que no siguiese. Comencé el bombeo dentro del vientre de mi tía. A los pocos minutos aquel coño empezó a lubricarse, supongo que por el rozamiento con el clítoris, y comenzó a distendirse permitiendo que la follada fuese más fuerte y rápida. Los gritos de dolor de mi tía se transformaron en auténticos aullidos de placer. Seguía suplicándome, pero esta vez pidiendo que no parase. Me rodeaba con sus brazos y sus piernas y se movía frenéticamente. Su conejo espasmeó de forma violenta en cinco ocasiones, la última simultáneamente con mi corrida. Mi leche salió disparada y llenó todos los recovecos del coño; salió tal volumen de esperma de mi polla que rezumó al exterior, resbalando hacia el culo.
    
    Cuando recobramos el aliento, acertó a preguntarme:
    
    Yo... nunca ...
    ... había sentido algo así... ni tan intenso, ni tan prolongado... ¿cómo es posible que haya gozado más con un chaval de trece años que con un tío de cuarenta años?
    
    Pues es bien simple, tía: soy más joven, más apuesto, con más vigor y con una polla mucho más grande, gorda y resistente que la del fulano ése. Y estoy seguro que te ha dado morbo que haya sido tu sobrino el que te ha dado tanto placer ¡con lo puta que eres no me extrañaría nada!
    
    ¡Cabrón! ¡Yo no soy una puta!
    
    ¡Cómo que no, cacho puta! ¡Si no lo eras antes lo eres desde ahora! ¡Las putas se venden por dinero o por favores, ¿y qué acabas de hacer si no es venderte por un favor?!
    
    Y, cuando se dio cuenta de que le estaba diciendo una verdad como un templo, rompió a llorar. Me lavé en el cuarto de baño y una vez vestido me limité a comentar:
    
    Deseaba romperte ese bonito culo de puta que tienes y así llenarte por tus tres agujeritos, pero estoy demasiado cansado. ¡Aún así no te preocupes, que mañana será otro día!
    
    Y tras soltar estas palabras salí de la habitación, con los llantos de mi ahora esclava como despedida ¡música para mis oídos! Me sentía algo cansado y desde luego más que en forma para joderla por atrás, pero me marché con esa excusa pensando en otra presa, ya que si con ésta había funcionado con la otra no iba a ser menos. Descansé el resto del día y dormí parte de la tarde, reponiendo fuerzas tanto por el sueño atrasado como por el agotamiento de los dos polvos que le había echado a mi tía. Quería ...
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