1. Venganza


    Fecha: 12/04/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... estar al cien por cien para la noche.
    
    La verdad es que no me quedaban más ganas de jueguecitos, así que le entré directamente.
    
    Os he visto joder a ti y a D. Eladio – le comenté nada más terminar de cenar. En un primer momento lo negó todo, pero enseguida afloró esa personalidad de puta que tiene.
    
    ¿Qué dices? ¿Es que estás borracho o qué?
    
    Borracha debías estar tú para follar con un "pichacorta" como ése ¡no te hagas la idiota, que lo tengo todo grabado en vídeo! Dime, ¿qué crees que pensará el abuelo?
    
    ¡No, hijo! ¡No me hagas esto, mi niño!
    
    Era la primera vez en toda mi vida que me decía una sola palabra cariñosa. ¡Me jodió mucho que fuese tan puta o tan subnormal como para intentar algo tan rastrero a estas alturas!
    
    Así vas mal...
    
    Entonces tendré que intentar convencerte de otra forma ¿no?
    
    Caliente, caliente...
    
    Y con voz claramente insinuante, mientras se ponía "cómoda", me decía:
    
    ¿Y de qué forma podría yo intentar convencerte, "cariño"?
    
    Ese camino está mejor.
    
    Ya no le dejé decir nada más, simplemente la agarré por el pelo y metí mi lengua en su boca. La tenía bien aprisionada, y cada vez apretaba mis labios contra los suyos con más fuerza. Así estuve un rato, saboreando mi mayor triunfo hasta que me separé repentinamente de ella.
    
    ¡Ahora vamos a tu dormitorio, putilla!
    
    Me miró de forma lasciva, sonrió y se dirigió a la habitación, contoneando las caderas de tal manera que se me puso dura de golpe.
    
    Dame un minuto y entra, ...
    ... semental.
    
    Al abrir la puerta la imagen que vi quedará para siempre grabada en mi retina. Estaba tumbada sobre la cama, con las piernas abiertas y tocándose el coño con una mano. Veía su cuerpo escultural, bellísimo, en todo su esplendor, tal y como vino al mundo.
    
    Me puse de lo más cachondo en menos de un segundo.
    
    ¡Vamos cariño, ven! ¡Tu mamita te va a dar gusto!
    
    Me desnudé y me acerqué a ella. Sin decir nada y con una sonrisa de oreja a oreja me agarró la polla, que estaba durísima, y agachando la cabeza se la metió de golpe en la boca.
    
    De nuevo me invadían oleadas de placer. Lamía y relamía, acariciaba y mimaba mi picha con su lengua y con sus labios, al mismo tiempo decía cosas como "qué bien sabe, mi amor" o "es la polla más grande que nunca había visto", y cosas por el estilo. No sé cuanto tiempo estuvimos así, perome iba a correr y quería hacerlo en otro lugar. Se la saqué de la boca y la agarré de los pelos.
    
    ¡Vas a hacer lo que yo te mande, so puta, no lo que te apetezca!
    
    Claro que sí, mi hombre. Haré todo lo que me pidas, tan solo ordénamelo.
    
    ¡Pues arrodíllate en el suelo y apoya el vientre en la cama, que te vas a enterar!
    
    Así lo hizo. Apoyó la cabeza sobre la almohada mientras con una mano se sobaba los pezones y con la otra separaba los labios de su coño. Pero se equivocó al hacer esto último, ya que mi intención era hacer con ella lo que me quedó pendiente con mi tía, aunque a esa puta desde luego también se lo iba a hacer.
    
    Me coloqué tras sus ...
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