La historia de muriel
Fecha: 15/10/2021,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... trascendencia porque era una de las muchas tantas conversaciones que teníamos sobre nuestros sueños y deseos, hasta que luego de un par de semanas me llama.
Era viernes por la tarde y era la primera vez en muchos meses que tenía totalmente libre el fin de semana, escenario ideal para no hacer nada, dormir y descansar todo el día.
De pronto suena mi celular, era Andrés quien estaba al otro lado de la línea y me pregunta:
-Hola guapa exquisita, ¿qué planes tienes para esta noche?
- ¡Andrés!, hola- lo saludo algo desconcertada. El único plan que tengo es dormir hasta que olvide incluso mi nombre.
- ¿Pasa algo?,- le pregunto un tanto inquieta
Debía preguntar si le había sucedido algo porque ese fin de semana, supuestamente, no estaría en Santiago por asuntos laborales.
Me había comentado que estaba a cargo de unos estudios en el norte de Chile, analizando la viabilidad de en un proyecto que la empresa donde trabajaba estaba interesada en invertir y estaría fuera por varios días.
- Nada especial ni importante. Adelanté un poco mi regreso y te quería ver. Además una entrañable amiga de años me invitó a cenar a su departamento y me encantaría que me pudieras acompañar, ¿puedes?
Cómo podía decir no a tal propuesta. ¡Por supuesto que puedo!, dame una hora para quitarme esta cara de culo, me doy una ducha y estaré lista para ti, Amo, recalcando esta última palabra con una sonrisa irónica de complicidad.
- ¡Perfecto!, paso por ti a las diez-.
Desde que ...
... estábamos juntos nunca había tenido la oportunidad de compartir algún evento social con el círculo más íntimo de Andrés. En más de una oportunidad Cristina nos había invitado a cenar, pero siempre su respuesta fue un no rotundo.
- No mezclemos las cosas, Fabiola. Tener que encontrarme con ella en algún evento familiar es suficiente como para tener que seguir frecuentándola socialmente.
-Sé que es tu mejor amiga y para mí también lo es, pero no necesariamente tiene que ser amiga de ambos como pareja.
Me di una reconfortante ducha caliente y me vestí con cierto relajo con aquel vestido negro que tanto me gustaba.
Clásico, sin mucho corte, pero que definía sutilmente mis curvas y volúmenes, más aún si no usaba ropa interior a petición de Andrés. Era mi prenda favorita.
Tacones amarillos y el cabello suelto para quitar la formalidad a la vestimenta: era el look perfecto para la ocasión
Puntualmente Andrés me pasó a buscar y al subir a su auto pude sentir su mirada de asombro.
- ¡Vaya guapa; qué bien te ves!,- deslizando su mano entre mis piernas palpando mi vagina, mientras me besaba mordiéndome los labios.
-¡Así me gusta que estés!, susurra en mi oído. Qué delicia sentir tu humedad.
Ante aquellas palabras, no pude evitar retorcerme de placer en el asiento mismo.
- ¿Dónde dijiste que vamos?, pregunto tratando de disimular mi curiosidad. Lo conozco no tan bien como quisiera, pero sin duda había algo extraño tras esta inusual invitación social.
- ...