1. Tres días con mucha huella


    Fecha: 28/11/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Tita, Fuente: CuentoRelatos

    ... de que abriera yo la puerta de entrada a la casa.
    
    –Un último beso y me voy, puTita… –me dijo Roberto, acercándome su crecidísimo miembro, ¡parecía que no se había venido ninguna de las dos veces! No pude resistir el calor que me comunicaba en el pubis.
    
    –…”y te vienes”, has de querer decir. –corregí abriendo las piernas, mojadas por el escurrimiento del semen que ya traía de él y el presemen que soltó cuando me friccionó su pene acompañando su caliente solicitud.
    
    Me ensartó delicioso después de colgarme de su cuello y aprisionarle la cintura con mis piernas. El “chaca-chaca” duró muy poco: se vino exhalando un fuerte suspiro que temí pudiera despertar a mis hijos. Yo también me vine automáticamente al sentir su semen caliente bañando mi vagina. “Qué macho tan caliente tengo”, me dije acompañándolo en el suspiro y aflojé las piernas para descenderlas y tocar el piso cuando soltó suavemente mis nalgas. Lo besé y nos dijimos adiós. Cerré la puerta y subí despacio las escaleras en tanto que Roberto salió de la reja y la cerró.
    
    –Ya llegué. –le dije a mi hermana, quien se encontraba en la cama del estudio.
    
    –Sí, ya escuché desde que llegaste –dijo molesta por mi reiterada conducta cuando Saúl no estaba–, parece que no te es suficiente el tiempo en el que no estás en tu casa… Buenas noches –concluyó.
    
    Al ver que mis hijos dormían, me fui a mi cama. Me desnudé y con las pantaletas que saqué del bolso de mano me limpié la raja, olí el semen de Roberto, lamí la prenda y me quedó claro que, efectivamente, no me es suficiente el tiempo en el que no estoy en la casa, ¡cómo volví a desear a Roberto, ahora aquí en mi cama!
    
    Para los que estaban con la duda, cuando llegó Saúl, lo primero que hizo fue usarme como él lo acostumbraba: chupándome las tetas mientras se venía. En la noche sufrí unas embestidas más de su parte y nos dormimos haciendo el 69. Pero eso no lo sentí como amor, mucho menos al compararlo con lo que cualquiera de los otros días recibí.
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