Humillada a los 56
Fecha: 13/12/2021,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: pvarelaruiz, Fuente: CuentoRelatos
... mano también va a acabar dolorida jajaja.
Yo apretaba los dientes para no darle el gusto de oírme gritar, pero notaba el culo cada vez más caliente. Ponte de pie. Me baje como pude de sus rodillas, Bájate las mallas!... no por favor, ya me has azotado, por favor no quiero que me veas el culo desnudo… por favor, el me miro y sin mediar palabra tiro de las mallas con brusquedad, bajándolas hasta los tobillos dejándome solo cubierta por un tanguita negro que no tapaba nada, tiro de mi brazo y volví a su regazo. Sentí como su mano acariciaba mi culo desnudo. Si señor un pedazo de culo tienes Carmen, y siguió azotándome cada vez más fuerte, ahora sí que sentía la dureza de su mano en la fina piel de mis nalguitas, me dolía cada vez más y ya no pude aguantar, chille, patalee, lloriquee, le suplique que parara, pero su manaza seguía dándome la primera zurra de mi vida, a mis 56 años!!! Que humillación!!
Con lentitud me bajo el tanguita que fue a juntarse con mis mallas en los tobillos, siguió azotándome, cada palmada hacia que mi culito saltara, estaba rojísimo tanto como mi cara por la vergüenza y yo solo podía gemir de humillación. Has aprendido la lección Carmencita? Yo le dije que sí, que ya no volvería a desobedecerle, que sería una niña buena, esto último no sé porque lo dije, creo que finalmente me había metido en el papel que me tocaba.
Venias buscando esto verdad? me dijo. Yo le dije que no. Él me dijo, me da que sí, pero es fácil de comprobar. Comprobar? De que ...
... estaba hablando? Cómo iba a comprobarlo? Y entonces sentí como su mano me separaba los muslos, y se metía entre ellos. Dios no!!! Sentí sus dedos acariciando mi sexo y notando lo húmedo que estaba. Ves, lo sabía, te gusta y estas cachonda como una perra, pero como parte del castigo hoy te vas a ir calentorra a tu casa, otro día jugaremos a ser castigada y follada jajaja.
Me hizo levantarme y fue a la puerta abriéndola, márchate, Inés no volverá hasta la noche jajaja.
Desde hoy serás mi sumisa, cuando llegues a casa cuéntale a Antonio lo que ha pasado aquí, a ver si ese flojo aprende a darte lo que te gusta.
Yo me subí el tanga y las mallas como pude, cogí mi bolso y salí corriendo totalmente humillada.
Al cerrar la puerta de casa sentí una fuerte relajación, había hecho el camino de vuelta apresurada, con la cabeza baja, mirando de reojo a la gente sintiendo que podían imaginar lo que me había pasado, era tanta mi humillación que sentía que era visible.
Por fin pude frotarme las nalgas con ambas manos, estaban ardiendo, maldito Luis, esta noche no podría sentarme, como le odio!!
Mi marido desde el salón se extrañó de mi vuelta. No ibas de compras con Inés? Le dije que había tenido que ir a cuidar a su madre y que lo habíamos suspendido. En donde has estado entonces, para ir y volver de su casa has tardado mucho. Yo no sabía qué hacer, no era capaz de contarle mi castigo, pero al mismo tiempo sentía en mi interior que debía obedecer a mi Amo, no logro entender ...