Lucía (Cap. III): Un inesperado sacrificio
Fecha: 29/01/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Manuman, Fuente: CuentoRelatos
... interior de Jennifer, que dejó de sujetar sus pantis cuando el agente le dijo que si no se dejaba coger, me trasladarían ya mismo al reclusorio.
Gruesas lágrimas surcaban las tersas mejillas de Jennifer mientras desde atrás, Jorge acribillaba su vagina. El hombre no dejaba de tocarle los pechos mientras le daba una furiosa cogida, repitiéndole una y otra vez cuánto había deseado tenerla así –Siempre quise que fueras mi puta- Decía el gordo agente, entre los jadeos que le provocaba la actividad –Jenni… Jenni… Qué rico aprietas, chiquita. Se vé que te encanta que te cojan duro- bramaba el hombre, ensartando su verga en el estrecho coñito de Jennifer -Se ve que te encanta la verga.
Jennifer no respondía, tan solo sollozaba, soportando las ganas cada vez más fuertes que tenía de gritar, pues lo que Jorge le hacía, le estaba doliendo muchísimo, peo no quería darle el gusto a ese cabrón de saber que la estaba partiendo por la mitad.
Jorge no aguanto mucho más. El coñito de Jennifer era demasiado apretado y la excitación que le producía tener en sus manos las jugosas tetas de aquella chica que había deseado durante años, teniéndola por fin ahí, con el culito al aire y las manos contra el escritorio, como siempre la soñó, fue suficiente para hacerlo eyacular, profiriendo innumerables blasfemias y dándole de nalgadas a su “perra”, como llamó a Jennifer hasta quedarse sin ...
... voz, ante la abundante salida de leche que brotó de su verga dentro de mi ex mujer, siendo tan copiosa la cantidad, que el semen acabó por escurrir por los robustos muslos de ella.
El sacrificio de Jennifer sirvió para postergar mi salida rumbo al reclusorio, el tiempo suficiente como para que además, la propia Jennifer convenciera a Jorge de mover sus contactos en la policía y propiciar una exhaustiva búsqueda del verdadero responsable del homicidio de Filemón.
Un fuerte cerco policiaco se desplegó en la zona donde se ubican las oficinas de mi trabajo. La noche de ese mismo sábado, un mocoso de 18 años intentó robar a un hombre que salía de un cajero automático. Fue a ese ladrón a quien le encontraron en su morral, la cartera del fallecido Filemón. En su confesión, el recurrente asaltante con un largo historial, dijo que durante su intento de robo al guardia de seguridad, Filemón se había defendido con una “pistola de toques” y que él tuvo que apuñalarlo, alegando defensa propia. Cuando me mostraron la transcripción de la declaración del muchacho, quedé perplejo al no encontrar palabra alguna respecto al celular de Filemón.
Tan pronto salí del ministerio público, me dirigí a la casa de Lucía. Debían ser las 7 de la mañana cuando llegué y había luz suficiente como para ver la bella cara de mi novia cuando me encontró delante de su puerta, hecho un rastrojo pestilente.