Mamani, el boliviano - Relatos Eróticos

Mamani, el boliviano

... la inteligencia de cualquier hombre auténticamente sensible”.

Inés, enjaulada por un espeso sedimento de ira, ni bien asimiló la última letra del último párrafo, tiró el gordo libro con toda la fuerza de uno de sus brazos hacia una de las ventanas de su casa prefabricada que da a un improvisado patio trasero. Después se sentó en una de las sillas de plástico, cerró los ojos y contuvo la respiración varias veces, buscando trepar hacia la calma, hasta que consiguió lograr llegar a esa necesaria cima, pero recién después de una hora.