Y finalmente... ella y tu regalo (Segunda parte)
Fecha: 11/06/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... obviamente bajo la atenta mirada de aquellos tres.
—¿Rodrigo? Fuiste un poco osado, aunque debo decirte, que eso… ¡Me encanto! —Y me alegré por su confesión.
—¡Es que… recordé una canción! Para que no te olvides de este “mojado” Latin Lover.
—¿Es en serio? —Me respondió alegre. —¿Ves que me esté riendo? ¡No! ¿Verdad? Así que ven, espera un poco… — Martha se dejaba llevar por mí, hasta alcanzar la rockola y después de recorrer el índice, encontré la canción adecuada. ¡Y yo sin monedas!
Pero gracias a un viejo truco que me enseñó el “Puertas”, pude ponerla a funcionar. Obviamente Lara no estaba enterada, de lo contrario me fusilaba. Y de inmediato sonaron los primeros acordes de una eléctrica guitarra y enseguida la voz grave de aquel cantautor canadiense.
—¡Humm, No la había escuchado antes! —Me dijo Martha.
—¡Ahh! Esta canción se llama “Lost” y es de Jonathan Roy. —Respondí confiado. —Para ti. ¡Ven! —Y nos fuimos moviendo, meciéndonos suavemente, ella siguiendo atenta, mis pasos cortos hacia la derecha, siguiendo imaginariamente el segundero y el minutero de un reloj. ¡Los dos, casi flotando, apenas rozando el suelo!
La tomé con mi mano izquierda por su cintura, la derecha mía apretada con firmeza a la suya, elevada, abanicando suavemente el íntimo ambiente. La otra mano de Martha sobre mi pecho, tomando recatada distancia. Pero sus ojos y los míos, no. Estaban cercanos, entregados y translúcidos.
—Martha… ¡Todos cometemos errores! Pequeños o ...
... inmensos, eso no importa pues somos humanos. —Y seguíamos bailando, aunque ya un poco más cercana mi boca de su oreja para poder hablar un último instante.
De reojo observaba las lejanas reacciones en los rostros de mi esposa, de su amante jefe y de aquel extranjero invitado, aunque al final pensé para mis adentros... ¡El extraño y ajeno allí, era yo!
—Alguna vez nos perdemos y caemos. —Continúe hablándole a su oído, de forma pausada y elegante.
—Pero no importa que tan rota quedes, si a tu lado tienes quien te brinde su mano, para rescatarte y ayudarte a retomar de nuevo el vuelo. —Y seguimos danzando sobre la madera, alumbrada por varios colores.
—Rodrigo, yo… No sé qué decir. ¡Gracias! —Y suspirando Martha me comentó: —La canción aunque triste, tiene un mensaje que me da esperanza. —Y noté una cristalina lágrima, rodar por su mejilla. Me soltó de la mano para borrar el acuoso trazado en su mejilla. ¡Y estaba por terminarse la canción!
—¡Martha! eres muy hermosa, pero sobre todo, valiosa e inteligente. Has lo que creas que estará bien para Hugo y para ti. Disfrútalo, diviértanse sin temores y después sin reproches. Y sin herir a nadie. –Aunque yo iba a terminar muerto del amargo dolor– Tú y el, necesitan enfrentar los miedos juntos y procurarse valor.
—¡Entrégate! Otórguense mucho amor y confianza. —Le decía yo, dando ahora mi espalda hacia la mesa, entre tanto Martha si tenía su mirada dirigida a ese punto. ¡Serena!
—¡El teme perderte! —Dije yo. —Así que ...