1. Hubo que asistirlo para que se follara a mi mujer


    Fecha: 05/08/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... con su herramienta a esta señora. Creo que algo faltó para que las cosas se dieran de otra manera, pero a estas alturas ya mi mujer gemía con los embates de este macho negro.
    
    Y después de ese primer intercambio, fue tal la excitación de escuchar a mi esposa gimiendo, de apreciar su cuerpo contorsionándose cada vez que el empujaba su pene dentro de ella, y de sentir cómo ella correspondía empujando sus nalgas hacia él, que ya no quiso detenerse. Empujaba y empujaba, al parecer sin querer sacar su pene. Y ella, en respuesta, movía sus caderas de lado a lado, mientras este la taladraba. Pasaron unos minutos y él dio un grito, cuando por fin alcanzó su máximo placer y se vino dentro de mi esposa.
    
    Nos sentamos de nuevo los tres, como antes. Les ofrecí unos tragos y le pregunté al muchacho, ¿cómo estuvo? Bien, me contestó. ¿Qué tal culea la señora, insistí? Me gustó, dijo. ¿Qué le gustó? Como lo mueve, respondió, mirándola a ella. Ella, mientras, se retiró el corpiño que tenía puesto, quedando desnuda, sin inhibición y vergüenza frente a él, desfilando así frente a nosotros para vestirse ahora con un camisón de dormir liviano. Aquello sugería que la aventura y o no iba más, pero seguí, preguntándole ahora a ella. Y ¿tú? ¿Cómo lo sentiste? Súper dijo, lo sentí muy profundo. Y ¿te gustaría que lo volviera a hacer? Si. Pero creo que el tendrá que volver temprano a casa, o ¿no? No respondió él; me puedo quedar un rato más.
    
    Y poco después, otra vez con su miembro erecto, como ...
    ... queriendo reivindicarse de aquel inicio incierto, hizo que ella se recostara boca arriba y empezó a penetrarla en esta posición. Observaba cómo insertaba su pene dentro de ella y no dirigía su mirada a otro lado. Ver su miembro erecto entrando dentro de mi mujer resultaba, al parecer, el estimulante que necesitaba para desfogar toda su pasión y habilidades de macho. Se esforzaba en mantener los ojos cerrados, casi todo el tiempo, como concentrándose en lo que estaba haciendo y, cuando los abría, era solo para comprobar que su pene seguía haciendo maravillas, pues ella ya había empezado a gemir, a agitar sus piernas tratando de rodear el torso de aquel para atraerlo hacia sí, y de mover su cabeza lado a lado en señal de extrema excitación y placer.
    
    Luego él, colocándose en posición de cuclillas, intentaba que su penetración fuera aún más profunda dentro del sexo de mi excitada esposa. Tal vez quedaron rondando en su cabeza las palabras de mi mujer; lo sentí muy profundo. Y ella, en demostración de total entrega al momento, e intenso clímax, extendía sus brazos por encima de su cabeza y se mantenía concentrada en sus sensaciones. Y no obstante, que la habitación tenía aire acondicionado, ambos estaban sudando profusamente.
    
    Héctor, después de hacer malabares, pareció agotar sus energías y detenerse para recuperarse un poco, de manera que ella, tomando la iniciativa, le indicó que se acostara, se quitó el camisón que llevaba puesto, quedando totalmente desnuda, y lo montó ...
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