Los tengo sin querer, pero no crecerán
Fecha: 12/09/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... miércoles salimos a cenar y se nos ocurrió ir a tomar algo a una discoteca de la que nos habían hablado. Después de comprar los tragos y ya sentadas se nos acercaron cuatro muchachos jóvenes, de apenas pasados los treinta. Cada uno trató de emparejarse con alguna de nosotros en una charla que primero fue general y luego dirigida a una en particular. Era notable la predilección de Saúl por Pía y pasando el tiempo salimos todos a bailar.”
- “Teniendo en cuenta que vos estarías pendiente de tu pareja y no del resto ahora quiero escucharla a Pía, protagonista del asunto.”
- “Bailamos como todos, nada más que cuando comenzó la música lenta él poco a poco comenzó a disminuir la distancia mientras me decía lo hermosa que era, que le tenía poco menos que loco, y para eso ponía su boca al lado de mi oreja, sus labios rozaban el lóbulo mientras su pierna se hacía espacio entre las mías. Después de un buen rato bailando con esos roces dejé que su miembro se apretara contra mi sexo y su boca cubriera la mía. Inconscientemente llevé mis brazos a su cuello y él sus manos a mis nalgas lo que hizo que nos corriéramos con el simple frotamiento. Cuando nos compusimos me di cuenta cabal de lo que había hecho y arrepentida me fui a sentar, pidiéndole a él que me dejara sola. Me quedé con Lidia, que no había salido a bailar, hasta que nos fuimos.”
- “Sonia, Mabel, algo que agregar”
- “Nada porque cuando volvimos de bailar estaban ambas charlando y en seguida nos fuimos. Lo que sí me ...
... asombró fue la cantidad de mensajes que tenía cuando, al llegar a casa, abrí el celular. Eran de Saúl pidiéndome el número de teléfono de Pía, cada mensaje con una razón distinta, es el amor de mi vida, estoy loco por ella, no puedo pensar en otra cosa que en verla de nuevo, y así por el estilo. Ahí yo cometí un error. Se lo di.”
Para mis adentros rectificaba los números según los nuevos datos, veintitrés llevo de cornudo y ocho de saberlo.
- “Bien, ahora tendríamos que ver los mensajes que recibió Pía. ¿Nos mostrás?”
- “No quiero, el uso del teléfono es algo íntimo”
- “Tenés razón, no debí pedírtelo”
- “Perdón, perdón, tomá, mirá lo que quieras”. Lo dijo con la cabeza gacha y lágrimas en los ojos.
Busqué jueves 5 y, como había un buen número de mensajes, seleccioné para leer dos que tenían cierta relevancia.
- “Este es del galán. Amor mío estoy perdido desde que casi nos fundimos bailando y mientras saboreaba tu boca sentí que comenzabas a temblar anunciando el próximo orgasmo. En ese momento me corrí empapando el calzoncillo. Deseo verte pronto. Un beso enorme.”
- “Veamos que contesta la dama. Como nunca yo también gocé y mojé la bombacha. Por favor no me escribas que es peligroso. Te avisaré cuando nos podamos ver. Un beso húmedo y profundo.”
- “Ya no hay mensajes hasta el jueves 19, que es cuando me entero de lo sucedido la noche anterior. Demos por cierto lo contado por Pía y que a grandes rasgos está reflejado en los dos mensajes que les voy a ...