1. Vengándome del hijo de puta de mi vecino


    Fecha: 11/12/2022, Categorías: Hetero Autor: Chrom, Fuente: CuentoRelatos

    ... nuestra ropa a un lado sin importarnos donde terminaba.
    
    Ángela abrió los ojos como platos al ver el descomunal miembro del que era poseedor Martín. Y no era para menos, su polla erecta apuntaba al techo amenazando con golpear la lámpara. Sé que he exagerado un poco con tal afirmación, pero como el mismo nos confirmó, su pene en erección alcanzaba los 25 cm de longitud. Cualquiera en mi lugar se habría sentido intimidado ante la aparición en escena de tal Anaconda, pero no fue mi caso. Tenía asumido que para bien o para mal, no podía cambiar el tamaño de mi polla y mis 17 cm me habían traído muchas alegrías como para ahora, dudar de ella.
    
    Repuesta ya de la impresión, Ángela se arrodilló entre nosotros y comenzó a comernos la polla. Mientras su boca prestaba atención a uno de los miembros, su mano masturbaba el otro.
    
    Gané la primera batalla de una guerra que solo yo sabía que se estaba produciendo al comprobar que el desmesurado tamaño de la Anaconda de Martín no era capaz de profundizar tanto como la mía dentro de la boca de Ángela y esto causó que mi verga recibiese muchas mas atenciones bucales que la de Martín.
    
    Ángela deseaba sentir esa enorme verga destrozándole el coño, notar cómo su coño se abría permitiéndole el paso y levantándose, pidió a Martín que se sentase en el sofá. Ella misma le colocó el condón y poniéndole los pechos en la boca, poco a poco se dejó caer sintiendo como cada uno de los 25 cm se perdían dentro de ella. Estaba tan llena de polla ...
    ... que a duras penas podía moverse y cuando avanzaba sus caderas, su estómago se deformaba debido a la presión que tal monstruosa polla ejercía dentro de ella.
    
    Por mi parte, unté mi polla con lubricante y echando a Ángela sobre mi amigo, me dispuse a disfrutar de los placeres de su culo. A duras penas logré penetrarlo, ya que el descomunal miembro alojado en el coño de mi vecina, me impedía avanzar. Al ver que no había sitio para mi dentro de ella en ese momento, salí de su interior y poniéndome de pie encima del sofá, tomé su cabeza entre mis manos y procedí a follarla la boca.
    
    Los brazos de Martín tiraron de los hombros de Ángela hacía abajo en el momento en el que empezó a correrse tratando de atravesarla, literalmente. Por mi parte, me dejé llevar y aprovechando que ella había abierto la boca al sentir su propio orgasmo, casi desencajando la mandíbula al sentir una verga tan dentro, como nunca antes, forcé su garganta dejando que mi corrida se deslizase directamente por su esófago camino de su estómago.
    
    Necesitamos unos minutos para recuperarnos y Ángela aprovechó para poner nuestras vergas parejas para compararlas. Resultado… estrepitosa derrota en mi silenciosa guerra interior. Uno a uno, empate.
    
    Una vez listos de nuevo para la acción, mientras Ángela degustaba la polla de Martín, azoté su culo haciéndola saber que en breve se lo profanaría.
    
    Cuando mis huevos toparon con las nalgas de mi vecina, comencé a bombearla, provocando que debido a mis empujones, se ...