1. El regalo: Un antes y un después (Tercera parte)


    Fecha: 09/03/2023, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... se cayeron unos folders. Te tengo que dejar amor. Un beso y cuídate mucho. Hasta más tarde.
    
    —Chao mi vida. Que te rinda. ¿No quieres que te recoja más tarde en tú oficina?
    
    —No, no… ¡Ehh! no te preocupes. Yo pido un taxi. Bye.
    
    —Hasta la vista Baby. Un beso también.
    
    Y allí me quedé pensando, recordando aquella medianoche del viernes anterior. Silvia también se había demorado en llegar por culpa de no sé qué informes importantes. También esa noche me había quedado con mis hijos. Por no cocinar pedí una pizza extra grande y dos litros de Coca-Cola. Extrañamente después de marcarle a su móvil en la noche, no lo contestó. Dejé un audio en el buzón. Le envié un mensaje de texto pero nunca respondió.
    
    Acosté a los niños y me puse a «canalear» en la tv de la sala, esperándola. Hasta que dieron las doce y sin pensar en nada malo, salí al balcón para fumarme el último cigarrillo de aquel día, sin cervezas en el “Juli” como lo había planeado, pues primero estaban los deberes del trabajo y a Silvia todo se le había acumulado encima.
    
    Recuerdo qué me devolví hasta el mesón de la cocina para servirme otro vaso de aquella bebida gaseosa y me regresé hasta apoyar una mano en las barandas del balcón. No hacia frio y el cielo estaba despejado, pero al observar hacia abajo, –en la entrada al edificio– me congelé al ver como mi esposa descendía de un vehículo con prisa, como asustada o nerviosa, no lo sé bien. El auto negro era uno de alta gama, de marca alemana y con los ...
    ... vidrios oscurecidos. Debido a la distancia y oscuridad, no me permitió una clara visión de quien lo conducía.
    
    Cuando Silvia abrió la puerta de nuestro piso, se sorprendió al verme allí. No me dijo nada de eso ni nada le insinué. Solo la abracé con miedo, con esa extraña sensación en la boca del estómago y la sangre palpitándome en la sien. La besé con algo de pasión, pero su beso me supo extraño, ¡No! no el sabor de sus labios. Era… era como si estuviese besando a otra mujer. Y ahora esta llamada, tan similar a la de aquella vez. Palpitaba mi corazón alocadamente y en mi mente, se empezaron a dejar caer recuerdos de un amargo ayer.
    
    …
    
    Bueno con todo aclarado y cubierto, –eso creí estúpidamente– me dirigí hacia el baño para arrodillarme junto al cuerpo desvanecido de mi jefe.
    
    —¿Don Hugo?... ¿Jefe? Por favor no me haga esto. ¡Despierte ya! —Y desesperada comencé a zarandearlo de un brazo, pero nada, el pobre hombre solo balbuceaba palabras sin sentido.
    
    Una solución rápida. ¿Pero cuál? ¡Dios mío ilumíname! Y entonces me fijé en la ducha. Pues claro, eso era. ¿Agua caliente o fría? ¿Caliente para dormir o fría para despertarlo ya? Fría, sí. ¡Definitivamente! Como pude, me di mañas para llevarlo hasta acomodarlo bajo la ducha. Humm, no podía abrir el grifo y mojarle todo. Ni modos, ya entrada en gastos pues… ¡Tocará!
    
    —¿Jefe?... ¿Don Hugo? Mire, escúcheme bien. Esto le va a salir caro. —Y mientras le hablaba, iba desabotonando su camisa, retirándola con esfuerzo para ...
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