1. HASTA LA CIMA - CUARTA PARTE


    Fecha: 20/04/2023, Categorías: Infidelidad Autor: maia24, Fuente: RelatosEróticos

    ... y todas las noches siguientes?
    
    La sonrisa se le desapareció del rostro más rápido de lo que había imaginado.
    
    —No sé de qué estás hablando —negó y escondió su rostro tras el periódico extendido—. ¿Sabes? Llevamos tiempo viviendo en España y no sé si tiene rey o presidente. ¿La reina Isabel qué país gobernaba? ¿O sigue gobernando? ¿La monarquía sigue en pie? ¿Hay alguna otra forma de gobierno obsoleta que siga practicándose en otros países?
    
    —¡Te fuiste con el albino! —acusé.
    
    Marena tiró el periódico sobre la mesa con las mejillas completamente encendidas.
    
    —¡No! ¡Claro que no! —se apresuró a chillar.
    
    —¿Le vas a mentir a tu mejor amiga, maldita perra desgraciada? —inquirí.
    
    Marena me miró, desafiante.
    
    —¿Cómo tú con tu tarjeta de crédito ilimitada como
    
    parte de las prestaciones de tu trabajo?
    
    Zorra embustera —escupió.
    
    Esta vez fui yo quien alcé las cejas con impacto.
    
    —¿Me has llamado zorra?
    
    Marena asintió.
    
    —Embustera —completó.
    
    Yo negué con desaprobación.
    
    —Vamos a hacer una cosa —negocié—. Te cuento lo de la tarjeta si tú me dices dónde estuviste cuando andabas de huérfana por España.
    
    Marena
    
    la niña de diez años
    
    tardó en aceptar la negociación, pero más tarde que temprano lo terminó haciendo.
    
    Aquella noche en la que las cosas con Adrián se habían terminado, Marena se había ido con el albino tal y como lo había sospechado. Me recordó que se llamaba Milo, como Emilio, el asistente de Massimo. Así fue fácil retener el nombre ...
    ... de la nueva víctima de Marena.
    
    —No quería decirte porque no quería que pensarás que tus problemas con Adrián no me interesan. Incluso podrías haberte enojado porque bueno, ya sabes, Milo fue parte de esa noche también. Quizás tú no querías volver a escuchar de...
    
    —Adrián se cogió a mi mejor amiga enfrente de mis narices —objeté—. Que se vaya a la mierda con su doble moral, Milo es bienvenido cuando desees, pero...
    
    Marena rodó los ojos.
    
    —Pero sin escenas lésbicas —recordó.
    
    —Qué rápido aprendes —asentí.
    
    Contarle a Marena sobre la verdad de la tarjeta dorada fue mucho mejor sin la culpabilidad de lo sucedido con Adrián sobre mis hombros. Desde el primer encuentro hasta la última llamada que había tenido con él, poco a poco le fui revelando a Marena lo poco que había conocido de Massimo hasta aquel entonces.
    
    —Te gusta —dijo sin intención de preguntarlo—. Pero Regina, ¿y Adrián?
    
    Negué rotundamente.
    
    —No puedo estar con una persona que me pide dejar mi trabajo para que ella me haga el favor de casarse conmigo —bufé—. ¡Me condicionó! ¡Y ni siquiera con algo que tuviera que ver con esa noche! No fue un:
    
    oye, sí quiero estar contigo, pero, ¿sabes qué? Necesito que me ayudes a trabajar en mi confianza.
    
    No fue una propuesta con buenas intenciones, premeditadamente nos empujó a un campo de batalla.
    
    —Pero tu sueño no está en España, no es el trabajo que tienes, ni se trata de conseguir la atención de un hombre millonario —debatió—. ¿Qué más da si debes ...