1. El regalo: Un antes y un después (Decimoquinta parte)


    Fecha: 28/06/2023, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... acariciármelos tiernamente, mamándomelos con deseo. Desnuda por primera vez ante uno diferente al hombre al cual debía fidelidad. Pero mi amigo fue muy considerado, aguardó a que perdiera mis miedos y él con mucha paciencia fue rompiendo mis defensas, los complejos e inseguridades. Lo hizo todo muy bien, aunque el preliminar fue algo precipitado, pero si me hizo sentir distinta. Experimenté demasiadas sensaciones nuevas junto a él. —Me acomodé contra el respaldo de mi silla, bebiendo de un solo sorbo el poco contenido de mi botella. Con mi lengua saboree un poco el limón que pugnaba por salir también de su interior y terminé por dejar la colilla de mi cigarrillo en el surco de aquel cenicero, sin dejar de apreciar en Martha la tranquilidad de su mirada. Quería intervenir con una pregunta pero ella, siempre tan intuitiva, se me adelantó.
    
    —Y no Rodrigo, si lo estás pensando, antes de que me lo preguntes te digo que no sentí remordimiento alguno al regresar a mi casa. Fue para mí un gran descubrimiento y en lo único que pensaba era en como poder compartirlo con mi marido e intentar convencerlo de cambiar él y yo en nuestra intimidad. Aumentar nuestra libido y gozar de mi nuevo conocimiento sexual. —Entonces levanté mi mano, interrumpiéndola para aclarar un aspecto importante.
    
    —Ok, y visto lo visto, no lo conseguiste. Y aun así, después de obtener tu cometido personal, seguiste viéndote con ese hombre. Continuabas con tus revelaciones a espaldas del padre de tus hijos. ¿Por ...
    ... qué?
    
    —Fue una noche hace algunos meses atrás, que sin saber cómo hablarle de lo acontecido, me atreví a proponerle hacer algunas posiciones diferentes. Le sugerí que intentáramos la penetración anal, colocándome en cuatro, tan disponible para él sobre nuestra cama, para ver cómo se sentía. Y me trato básicamente de puta barata. Me dijo que eso no lo hacían las parejas casadas. Que solo una prostituta lo permitiría. Entonces discutimos, me hizo sentir terrible y afectada por la ofensa, se me salió decirle que muchas veces yo le había mentido y que en nuestra cama, había fingido varios orgasmos. Que no me daba la talla. —Martha calló. Y fumó de nuevo, para posteriormente beber.
    
    Vaya con el jefecito de mi mujer. Inexperto, tradicionalmente aburridor en la cama. ¿Baja autoestima? ¡Falto de imaginación en cuanto al sexo! ¿Eyaculador precoz? Tantos problemas y aun así, tan insistente con mi mujer. ¿Por qué?
    
    —Eso le sentó mal. Lo herí, lo sé. Y desde allí, dejamos de intentar tener relaciones, que tampoco eran diarias, tal vez una o dos veces cada quince días… ¿Rodrigo? —Y Martha, extendiendo su brazo por sobre el mantel blanco, posó su mano sobre la mía, con la que yo jugaba distraídamente con mi encendedor, buscando al lanzarlo por los aires, que cayera de pie sobre la mesa. Creo que Martha pensó que yo no le prestaba la suficiente atención y le desesperaba mi actitud. Más no era así, yo solo analizaba la situación.
    
    —Te estoy escuchando preciosa. ¡Créeme! Le respondí, ...
«12...456...12»