1. Eran las tres de la mañana


    Fecha: 28/06/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Maduro Salido, Fuente: CuentoRelatos

    ... minutos, pocos, porque no me quería imaginar lo que pasaría si nos quedábamos dormidos.
    
    - Si quieres dormir una horita te despierto. Tranquilo.
    
    - Vale, media horita. –dije.
    
    Pero no me dormí porque no me fiaba de que se mantuviera despierta. A la media hora me dijo:
    
    - Mi amor, ya ha pasado media hora. ¿Quieres otra media?
    
    Alucine y le dije.
    
    - No gracias cielo, pero todo ha ido maravillosamente y no querría fastidiarla. Me voy a mi cama. Gracias. Muchas Gracias. Nos volveremos a ver, te lo garantizo.
    
    - Vale, eres un encanto.
    
    Coloqué la vela en su sitio y me fui a mi habitación, después de lavarme un poco, lavé el consolador y lo puse en el cajón. La tenía absolutamente escocida. Me acosté. Sorprendentemente me dormí al poco tiempo, y al poco me volví a despertar sobresaltado al comprobar que me la estaban mamando. Era la nena en mi cuarto con mi mujer roncando y ella, arrodillada en la alfombra, no paraba de chupar. Se acercó a mi oreja y me susurró:
    
    - Cuando te ibas de mi cuarto, estabas un poquito empalmado y me he propuesto dejarte sin leche por un tiempo. Además, no me has dado tu número de móvil.
    
    Me asusté, eso no era normal, pero me levanté sigilosamente y volví a la habitación de mi hijo. Casi una hora después, y después de otra corrida y no sé cuántos orgasmos de ella, y con los huevos ...
    ... colgando como nunca, absolutamente vacíos, volví a mi cama, pero no me pude dormir, estaba pendiente de la puerta, absolutamente acojonado. Siempre duermo en bolas de cintura para abajo, tanto en verano como en invierno, esa noche me puse calzoncillos y pantalón de pijama. Prefería sudar y sudé, vaya si sudé, pensando en si volvía, no me atreví a cerrar la puerta de mi habitación, aunque pensé en ello, hubiera sido como una ofensa para ella.
    
    No volvió. Me dormí muy tarde, bueno muy temprano, ya hacía rato que había amanecido y cuando me levanté, hacia el mediodía, ya se había ido de casa, como solía hacer siempre. Lo preferí, no sé si habría podido aguantarme sereno al verla. El lunes siguiente fui al banco y realicé una transferencia de 1500 euros, con un desfalco en caja de 1000. Siguen buscando el descuadre. Al mes, le metí otros 1500 euros. Ya hace dos meses y aún estoy esperando su llamada, con una mezcla de deseo y miedo. Estoy pensando en ingresarle un par de miles de euros más. No ha vuelvo a dormir en casa. Cuando mi hija habla de ella, porque está empezando a desfilar, pregunto más de lo normal y creo que se está mosqueando. Cuando sale de marcha, me quedo esperando hasta que vuelve, sea la hora que sea y me mato a pajas recordando la mejor noche de mi vida. O acaso ¿Todo fue un sueño de una noche de invierno? 
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