1. HASTA LA CIMA - TERCERA PARTE


    Fecha: 04/08/2023, Categorías: Infidelidad Autor: maia24, Fuente: RelatosEróticos

    ... arriba abajo.
    
    —Pues no voy a un carnaval —me defendí.
    
    —Ni a un funeral, ¿tienes listo mi transporte o también tengo que hacer eso por ti?
    
    —Por supuesto que lo tengo listo —mentí mientras me daba la espalda y caminaba fuera de la plaza.
    
    Aproveché para pedir la primera ruta que me había marcado Emilio en los mensajes y textear que íbamos en camino al primer destino.
    
    Para mí suerte, el vehículo llegó justo al mismo tiempo en el que Massimo dio un paso fuera de la plaza.
    
    —Es ese —señalé—.
    
    BMW X6
    
    matricula...
    
    —Eh, bonita —me interrumpió—. Dos cosas. Uno: si vas a pedir un Uber tu trabajo es checar que sea el auto correcto, no leerme las especificaciones y esperar a que yo me fije si me subo en el auto que es o no. Y segundo: yo no uso Uber, no tengo necesidad. Para eso tengo mis docenas de Audi con mis docenas de chóferes particulares. Coordínate con Emilio porque será la primera y la última vez que te haga el favor de irme en un transporte como este.
    
    Tras decir su gran discurso se metió dentro del BMW. Suspiré antes de entrar tras de él, a lo que Massimo negó.
    
    —Y tres: por muy bien que huelas, preciosa.
    
    siempre
    
    viajo solo, así que consíguete el tuyo.
    
    Y cerró la puerta sin dejarme más opción que pedirle al conductor que iniciara el viaje. Antes de que el vehículo se pusiera en marcha, Massimo bajó la ventanilla y me guiñó un ojo.
    
    Pensar que Marena era la única de personalidades múltiples me dejaba como una tonta puesto que, si bien ...
    ... Marena tenía su versión infantil de diez años, Massimo tenía su versión tipo
    
    soy un chamo de quince
    
    .
    
    El vehículo avanzó y yo me quedé ahí, parada sobre del mismo lugar y con el ceño fruncido.
    
    A esas alturas de mi familiaridad con lo ostentoso que era el gusto de los Wechsler, no me sorprendió que la dirección a la guarida de Massimo —cual sucio murciélago— no fuese dentro del palacete que se había prestado para el evento, o las múltiples residencias dentro del mismo complejo corporativo. La dirección apuntaba hacia el barrio de Salamanca, pero sin duda el destino no terminaba dentro del palacete. Por el contrario, lo único que me sorprendió de esa propiedad en particular era su nimiedad.
    
    El conductor se detuvo frente a un edificio de fachada rojiza, como de ladrillo, con la herrería negra y el marco de las ventanas del color de la arena. Rectifiqué la dirección pensando que Massimo había encontrado la manera de desviar el vehículo en el que venía —con ese dinero, debía de tener unos cuantos programadores expertos a su merced— para mandarme a un lugar completamente diferente y complicarme el resto de mi primer día. Sin embargo, pude divisar el BMW en el que había llegado marcharse con premura.
    
    Marta se había preocupado por darme un manojo de llaves imposible, tan repleto que me hacía alusión a los que se podrían tener en una prisión llenas de celdas rudimentarias.
    
    —Están etiquetadas por color según la fachada y número según dirección. La mayor parte de las ...