HASTA LA CIMA - TERCERA PARTE
Fecha: 04/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: maia24, Fuente: RelatosEróticos
... en la azotea del edificio donde vivía Adrián con sus padres. Habíamos intentado conseguir cervezas en vano, ¿cómo íbamos a hacerlo si con dificultad se conseguía pan o papel higiénico? Pero habíamos hecho el intento y habíamos fracasado.
Así que nos habíamos sentado en el borde del techo, con las piernas colgando y la mirada fija en las luces lejanas de la ciudad. Marena le había pedido a Adrián que subiera mantas y sus padres le obligaron a subirnos la cena. En el sueño no pude recordar lo que habíamos cenado. Era como una película grabada desde una mala cámara, enfocado y desenfocando escenas al azar. Nos soñé riendo, ¿por qué habríamos de reírnos en el medio de tanto desastre en nuestras vidas? Y segundos después soñé con el silencio que nos había unido para siempre.
Marena se encontraba recostada sobre las mantas con las mejillas sonrosadas por la frescura de la noche. Reía y su cabello se extendía por las mantas como una cascada llena de oscuridad y brillo. Fue entonces cuando Adrián dijo las palabras:
—Me gustaría que esta noche no acabara nunca.
Adrián había sido gran aficionado por la fotografía, y si bien no había hecho nada de provecho con su vida académica, sus padres se habían esforzado bastante por conseguirle la mejor cámara que fueran capaces de pagar. Sus fotografías eran retratos exquisitos de la realidad, como si a través de su lente pudiera acceder a una realidad alterna que existía al comienzo del flash y se desvanecía cuando este lo hacía. ...
... Marena solía decir que Adrián me había cautivado a través de su fotografía.
—Dicen que el arte retrata las almas de sus creadores —había dicho Mar alguna vez—. Así que es probable que este chico te guste por lo que lleva dentro... Y lo que lleva por fuera también, ¿eh? No está nada mal.
Nos habíamos reído.
Pero aquella noche Adrián trataba de capturar la luz idílica de aquel momento y convertirnos en parte de su visión del mundo. Nos transformó y nos retrató en plena transformación, creando una colección abstracta de personas que eran y no, personas que habían sido o que podrían ser, o que jamás serían. Fue la fotografía lo que nos dio la confianza para entregarnos, y todo comenzó con Marena besando a Adrián.
Tal vez en otro momento aquel acto me habría molestado, tal vez con otra persona habría comenzado una disputa a muerte, pero en aquel momento en el que Marena apartó la cámara y atrajo a Adrián con delicadeza sentí que las piezas sobrantes del mundo acababan de encontrar su sitio. Sentí un c
lic,
un alivio al saber que las personas que yo amaba también se amaban entre sí.
El beso de Marena y Adrián fue temeroso, suave y lento, como si el tiempo se hubiese enfrascado entre ellos y toda la inmensidad se hubiese contraído en un par de segundos. Marena fue quien me extendió la mano en un gesto que no pude rechazar, que no encontraría ni en mil vidas la forma de hacerlo.
Me uní a ellos con una serie de gestos hipnotizados, como si de pronto me hubiese ...