Y finalmente... ella y tu regalo (Tercera parte)
Fecha: 13/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... la aplicación.
—¡Ya verás! ¿Otro trago? Y no me hagas esa carita que lo vas a pasar genial esta noche. —Serví una mayor cantidad de vodka en los dos vasos. Cambié la salsa por un Long Play de vallenatos románticos. Y brindamos nuevamente, haciendo sonar los cristales. Nos abrazamos, ella recostó su cabeza sobre mi hombro derecho y fuimos moviéndonos lentamente, apretados, unidos como antes. Y le di al play de la aplicación. Las vibraciones eran suaves al comienzo pero luego subí un poco la velocidad y la potencia. Y Silvia temblaba, empezaba a sentir, a gemir y a entreabrir su boca, deseando los labios míos.
—Wow ¡Qué rico se siente! Cariño, me tienes arrecha con este regalito. ¡Aghhh! Mmm… Estoy mojadísima. —Silvia bailaba pero a veces se detenía porque las sensaciones en su clítoris, le hacían flaquear las piernas. Y yo dichoso de verla así, caliente y dispuesta para lo que se vendría.
Y así se fueron consumiendo los minutos, los bailes y las canciones también. Besos no quise, los evitaba. Todo marchaba a la perfección, Silvia estaba deseosa con claras señales de querer follar. Bebimos dos copas más, alargando su placer, modificando la cadencia de las vibraciones, todo hasta llegar la hora señalada. Y sobre las once de la noche, el sonido de mi celular me advirtió de que el final se acercaba.
—¿Quién podrá ser a esta hora? Que no vaya a ser uno de tus amigotes, no vayas a echar a perder el momento Rodrigo. —Me dijo Silvia algo alterada.
—No te preocupes ...
... Cariño. Esta llamada solo confirma la llegada de la otra parte de tu regalito. La vas a pasar fenomenal, ya verás. —Tomé en mis manos aquel antifaz rojo y se lo coloqué a Silvia diciéndole…
-—¡Silvia! te vas a quedar aquí en medio de la sala, con esto puesto y tienes que prometerme que no lo vas a retirar hasta que llegue el momento. Yo te diré cuando lo podrás quitar de tus ojos. ¿Entendido? —Y mi esposa, aceptó de buena manera mi propuesta, asintiendo con su cabeza y tal vez por el alcohol ingerido, me siguió el juego.
Sonó el timbre y me dirigí hacia la puerta. Abrí y allí estaba mi hermosa y loca, rubia Barranquillera. Sonriente como siempre. Me guiñó un ojo y le cedi espacio para que ingresara.
—Ohhh, pero que bonita escultura tiene el señor. —Y se acercó hasta donde permanecía Silvia de pie.
—Así que esta es… ¿tu casta mujercita? ¿La que voy a devorarme esta noche y a quien sacaré orgasmos, entre gritos de placer y delirio? —Y Paola empezó a rozar con su dedo índice, la nariz, los labios y el cuello de Silvia. A mi mujer se le erizó la piel del cuello, los brazos y los poros en sus muslos. Confundida y excitada a la vez.
—¡Sí! Ella es. Por eso te contraté. Me dijo un amigo que eres de las mejores. Espero que valgas lo que cobras. —Y enseguida Paola se apartó de Silvia, para entregarme su largo abrigo. Debajo de él, solo traía puesto el picardías negro que yo le había obsequiado para su noche de bodas. Su piel blanca me ofrecía dorados brillos, sus labios de ...