LAS PAMPAS CHATAS 1 - Relatos Eróticos

LAS PAMPAS CHATAS 1

... de 15, la otra de 17. Bueno una de ellas…, Juliana, la de 17, es hija del gerente de la cooperativa, y cada tanto, tres o cuatro meses, va a la capital…, y mientras el padre hace su trabajo, ella se dedica a buscar… algunas cositas… que nos pueden divertir. O sea…, busca películas para “adultos”…, y algunos “juguetitos”…, como consoladores, vibradores…, esas cosas que usamos las chicas ante la falta de hombres… ¡Jajaja! Las pelis las vimos cómo mil veces…, cuando estamos calientes y con ganas…, y queremos darnos algún gustito… Bueno…, te cuento todo esto porque vos sos…, vos…, nunca a nadie más. No somos lesbianas…, pero… al no tener chicos… nos sacamos las ganas entre nosotras. Viendo las pelis nos hacemos cosas y nos damos algunos gustos…, y viendo esas películas aprendí como… coger y… mamarla…, y… te juro…, nunca lo hice antes con nadie…, te lo juro…, con nadie… Y bueno… eso…» «Tesoro…, sos única, única…, nadie…, nunca nadie me abrió su corazón de esta forma… ¡Qué joda!» «¿Qué pasa?» «No…, nada…» No quería decirle que realmente me duele en el alma tener que irme y dejarla. Apenas doce horas… que la conozco y no quisiera dejarla jamás… Marilí volvió a besarme la mejilla… «Y… ¿sabés que pasa con la colita?» «Bueno… es lo que vi. Así como las chicas se ríen contentas cuando se toman la lechita…, al principio…, cuando se la meten en la colita les duele…, pero luego les encanta…» «Pero Marilí…, esas chicas están entrenadas para todo eso…, ACTÚAN, además…, no es que no sepan lo ...

... que pasa, o que lo hagan espontáneamente…» «Pero cuando les duele parece que es cierto…» «Si claro, pero no siempre les deja de doler…, o siempre les gusta. ¿Viste cómo se dilatan el… ano?» «Sí, claro, con un consolador…, o los chicos le meten el dedo, o dos, o tres…, todos los que entren. Y después…, bueno… ¡hasta el fondo! Todo…» «Pero… ¿qué tienen adentro?» «¿Cómo?» «Cuando se la sacan… sale bien… ¿limpia?» «Y si…, nunca vi nada sucio.» «¡Jajaja! ¡Son películas! ¡Están editadas! Ya que sos tan sincera conmigo te cuento algo. Sé que lo vas a entender… Todo esto es para que juguemos de la mejor manera posible y que ambos gocemos…» «Si, claro. Lo que digás.» «Te cuento. Hace algunos años…, yo tenía 15, y andaba con una chica un par de años menor. Cogíamos bastante bien y seguido…, y la convencí de que me dejara metérsela por la cola. Ella nunca lo había hecho…, y yo tampoco…, pero luego de muchas palabras, besos, caricias y… dedos… la convencí y se dejó. Lo hicimos muy lindo. Al final le gustó, sobre todo cuando la bombeaba…, y le acabé dentro…» «¡Eso es lo que quiero! ¡Qué me llenés la colita de leche!» «Dejá que termine. Después de estar tan bien…, gozando tanto…, imaginate…, imaginate los dos desnudos, se la clavaba tomándole las tetas, sobre mi cama, porque fue en casa, cuando no estaban mis padres, todo fenómeno. Hasta que se la saqué…, como media hora estuvimos mete y saca…, bueee, cuando se la saqué… ¡tenía la pija llena de mierda!» «¡Oooohhh!» «Me dio tanto asco que ...