LAS PAMPAS CHATAS 1
Fecha: 14/02/2022,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... «¿No querés acompañarme? Sí, dale. No pasa nada si perdés media hora… LUEGO TE AYUDO… Sé de este trabajo. Lo hice en otros momentos con papá.» Entramos. La vi caminar, desde atrás. Si bien la camisa le llegaba hasta más debajo de la cola, el movimiento de sus caderas denunciaba un swing de la gran puta. Desde cerquita pude inferir que el montículo que levantaba la camisa sobre el pecho, demostraba un buen par de tetas. Ni flaca ni gorda, perfecta… «Sentate aquí… ¿No te molesta que desayunemos en la cocina?» «Para nada, donde decidas…» «Gracias.» En la mesa había de todo: café, leche, pan de campo, dulces, fiambres… De todo… ¡Para alimentar un toro! «Esperame un minutito, por favor…» «Sí, claro.» Me senté, pero no toqué nada. Quería esperarla. Desapareció por una puerta y a los dos minutos “se hizo la luz”, por su increíble sonrisa y… la blusita de encajes que había reemplazado a la camisa, y su negro cabello suelto, llegando a la cintura. Se había “arreglado” con toda la intención de impresionarme con su belleza…, Bueno…, eso quise creer… «¡Oh Marilína…!» Si esa era su intención…, yo no quería quedarme atrás. «¡Al fin los ángeles bajaron a tierra! ¡Yo creía que era una ilusión mía o que estaba desmayado…!» «¡Jajaja! Gracias…, pero si sabía que vendría una persona… como vos…» «¿Qué tiene de raro?» «Es que… bueno…, no le daba mucha importancia a los “veteranos” como mi papá… Tuve… mala experiencia…» «¡Jajaja! Sos muy linda para estar indiferente…» «No digas eso… Bueno… ¿querés ...
... café, o leche, o chocolate…?» «No, no, nada. Café y nada más. Ya desayuné. Si como más, no voy a trabajar…» «Bueno…, no quiero interferir. Pero… ¿venís a almorzar?» «¿Almorzar? No… pensaba…, quería adelantar el trabajo…» «Te ayudo en lo que quieras. Hago comida para varias veces… ¿Hasta cuándo te quedás?» «Tengo que terminar el viernes. El sábado volvemos…» «Quisiera almorzar con vos… Espero que entiendas. No quiero obligarte a nada pero…, bueno…, estoy un poco sola…, y tener alguien de mi edad para conversar…, me haría sentir mejor…» «Si no fuera esta maldita situación con el trabajo, no habría nada en el mundo que me obligue a no darte el gusto.» «Te aseguro que te puedo ayudar… ¿Te podés quedar a la noche, no? Al no estar papá… hay una cama libre…» «Siiii…, me gustaría mucho, pero… hay un problema… Tendría que avisar… y además tengo mi bolso con ropa en el casco…» «Ahora mismo lo voy a buscar. Tengo una motito con la cual voy…, tanto al casco como al pueblo. Les digo que no querés perder tiempo con el viaje ida y vuelta hasta allá. ¿Qué te parece?» Yo estaba absolutamente fascinado… y entusiasmado. ¡Marilína me estaba ofreciendo el paraíso! Además es tremendamente inteligente y rápidamente encuentra solución a todo. «Y…, no hay manera de decirte que no…» «Bueno…, luego…, durante el almuerzo hablamos… ¿te parece?» «Sí, claro. Me encantaría…» «Te espero a la una… ¿sí?» Me indicó el baño, si quería ir a refrescarme… Lo hice y salimos hacia el jeep. Yo no pensaba en otra cosa ...